Esquiando en casa
El domingo amaneció despejado, con -13.5ºC y una nevada que el jueves había alcanzado casi el metro y medio. Con nueve de los diecinueve pueblos del ayuntamiento incomunicados y los abiertos con el hueco justo para un coche, no nos complicamos la vida, y decidimos subir al Pico La Mata, un pequeño monte de 1443 m al lado del pueblo, al que subimos infinitas veces andando o en bici, pero que nunca habíamos esquiado.
El pico en cuestión, visto desde la plaza.
Nos calzamos los esquís en la puerta de casa y tiramos en dirección a la entrada sur del pueblo.
Para visitar el pequeño museo etnográfico habrá que esperar una temporadina.
Tiramos por una pista que después de 1´5 km se bifurca en una que sube al pico, y otra que sigue por el valle de Formigoso y permite llegar a las Cuevas de Valporquero.
Hacia atrás, el Peñalaza, no recuerdo haberlo visto nunca tan “nidio”.
Después de unos 600 metros abandonamos la pista para subir directamente por la ladera, hacia una pequeña mata de robles que hay justo debajo del pico.
El valle de Formigoso, hacia Valporquero.
Ultima diagonal hasta el pico.
Ya estamos, una hora más tarde, y 300 metros más arriba.
Hacia el sur, el Tueiro, que es la frontera con la comarca de Gordón.
Hacia el norte, Villamanín, al fondo el Peñalaza(1795 m) y el Cueto Millaró o Brañacaballo(2182 m) .
Bajamos por el medio del pinar con una nieve polvo buenísima.
Salimos y continuamos ladera abajo.
Estamos al lado del pueblo.
Volvemos a subir hasta arriba, esta vez por la cara norte, por el pinar, donde nos juntamos con otros cuatro amigos. Tenemos algo más de 200 m de desnivel, unos 40 minutos, esta subida es más suave que la primera.
De nuevo hacia abajo por el pinar.
Aunque el pueblo queda a pocos metros en frente, no se puede cruzar el río, así que hay que hacer una diagonal hasta la zona de la fuente.
Y llegamos a la calle principal, hay que tomar una merecida cervecina.
Así se ve desde abajo.
Y éste el recorrido realizado, objetivo cumplido, esquiar a las puertas de casa.