Val di Peio es un paraíso natural. Se trata de un valle en dirección nord-nordeste, enclavado en gran parte en el Parco Nazionale dello Stelvio, uno de los más grandes de Italia. El parque tiene 1.333 km2 y se extiende sobre cuatro provincias. Para haceros una idea es de las dimensiones del parque de Doñana o dicho de otra forma, diez veces más grande que el parque nacional de Ordesa . El parque está dividido en tres sectores, el lombardo –al oeste-, el trentino –al sudeste, donde se encuentra Val di Peio-, y el altoatesino (südtiroler) –al nordeste-.
Viniendo por la carretera estatal S42 desde Bergamo, se coge un desvío a la izquierdo que nos introduce en la Val di Peio. Primero nos encontraremos con un valle situado en cota 1.000-1.100 m, destacando dos pueblos : Celledizzo y Cogolo. Desde Cogolo la carretera asciende por el interior de un bosque hasta Peio Fonti –que es la base de la estación de esquí- y Peio paese, lugar muy rústico suspendido en la montaña con vistas al valle, al sur, ambos a más de 1.400 m. de altitud.
El alojamiento -hotel Cevedale, muy recomendable- lo contraté en Cogolo y pienso que acerté. El pueblo no es muy grande, pero tiene su encanto. Se encuentra situado en el centro del valle, muy bien orientado al sol. Pocas tiendas pero las necesarias en una estación de esquí. En este sentido, decir que mi hijo se puso enfermo con fiebre alta, y lo atendió estupendamente bien una doctora en la consulta del pueblo. El ambiente, como os cuento, es el de un pueblo con gente hospitalaria que se desvive en solucionar tu problema, posiblemente porque aún no saben lo que son las hordas turísticas. Ni que decir tiene que la relación precio/calidad de los hoteles y apartamentos es muy buena, por no decir que es francamente barato.
Otra ventaja de Cogolo es que puedes olvidarte del coche para ir a esquiar. Por la plaza del pueblo pasa un buen número de minibuses que llevan gratuitamente a la estación de esquí de Peio, y lo mismo para volver. Además, en la misma plaza paran los buses que llevan a Marilleva-Folgarida, desde donde parten los remontes que conectan con la estación de Madonna di Campiglio. En esta famosa estación se puede esquiar con el forfait conjunto Val di Sole , el cual incluye también las pistas de Peio y Passo Tonale/Ponte di Legno. En este sentido, en caso de que esteis en Cogolo una semana, os recomiendo dedicar dos o tres días a Madonna/Marilleva y dos más a Passo Tonale, también espectacular, aunque creo que ésta última no está conectada por bus con Cogolo, y el viaje en coche es de unos 30 minutos.
Para quienes quieran alojarse a pié de pistas, la opción es Peio Fonti. Sin embargo este pueblo me pareció menos agradable que Cogolo porque se encuentra en zona sombría casi todo el día, y el frío que hace es tremendo, lo que no invita a salir; al menos así me pareció a mi, incluso en días soleados. Por lo demás tiene la típica estructura de hoteles junto a los remontes y un balneario bastante antiguo y famoso, pero que a mi me pareció bastante tronado.
La estación de esquí de Peio es pequeña. Responde al tipo de estación familiar, y por sus dimensiones puede encuadrarse en el concepto de slow ski que Pedro Maia ha extendido con tanta fortuna. No debe contar con más de 25 kms. de pistas, pero en cambio cuenta con una pista de unos 8 kms. de longitud, salvando un desnivel de más de1.500 m. (3.000 -1.450). Pocas estaciones de estas características pueden alardear de algo así. Esta temporada 2010-2011 la estación de Peio ha inaugurado un telecabina que sube de la cota 2.000 a 3.000, dando acceso a la val de Mite, mítico lugar al que no se accedía con remontes mecánicos desde hace 25 años, en que un alud derribó el viejo telesilla que ascendía hasta los 3.000 m. Las pistas de Peio no son difíciles, predominando las rojas anchas con buena nieve; por lo que me dijeron, Val di Peio raramente tiene problemas de nieve dado que su cara norte está rodeada de 3 miles. También hay una negra que está abierta en función de las condiciones de nieve. Por lo demás hay mucho terreno para salir de pistas pues las pistas marcadas ocupan un espacio muy pequeño en relación a la inmensidad del espacio disponible.
Tiene un par de escuelas de esquí muy competentes, enfocadas como decía antes a la enseñanza de niños, y puedo dar fe tanto de su calidad como de su profesionalidad ; os explico. Mi hijo de 5 años estaba apuntado al curso colectivo de iniciación, pero se perdió los dos primeros días por estar enfermo, sin que nosotros pudiéramos avisar a la escuela; el tercero estuvo nevando de forma intensa, pero subimos a Peio para dar señales de vida y comunicarles que el día siguiente ya se incorporaría al grupo. El jefe de la escuela se hizo cargo de inmediato de la situación y me dice: “si quiere, para que su hijo coja el nivel de los otros niños, le damos clase individual esta misma tarde como compensación de las clases que se ha perdido”. Debí quedarme con cara de tonto, pero me faltó tiempo para aceptar ipso facto . Total, que un monitor de la escuela lo cogió y, con una nevada de órdago, estuvo una hora con él, esquiando todo el tiempo de espaldas con la cuña invertida delante de él para controlarlo en todo momento. No sé si estas ganas de quedar bien con un cliente son normales en Italia ; desde luego en el Pirineo catalán, donde el crío ya había dado algunas clases, no. Por lo que se refiere a mi hijo, en los días que quedaban de cursillo aprendió una barbaridad, y la última tarde ya me echaba unas carreritas. En resumen, por mucho que los padres creamos que nuestros hijos son excepcionales, me da la impresión que la calidad del monitor que le enseñó influyó, y mucho.
Poco antes de empezar la primera clase
Aquí van unas fotos de las pistas. No sé si harán justicia a la estación de Peio, que tampoco pretende ser un destino de masas (afortunadamente), sino de amantes de la montaña sin más adjetivos.
Plano de pistas
Escuela de esquí
Vista hacia los Dolomitas de Südtirol desde la cota 3.000 m.
Descenso de la val de Mite
Vista de Val de Peio desde las pistas
Pista en el bosque
Vista de la val de Mite desde Doss dei Gembri
Campo scuola Biancanieve en Cogolo
Calle de Cogolo
Saliendo de Cogolo hacia el interior del Parco Naturale Stelvio
Vuelta a Bergamo por Passo Tonale cargadito de nieve
Esto ha sido todo. Espero que os sea útil en vuestras próximas escapadas dolomíticas