Primero unos cuantos datos del viaje: nos fuimos del 12 al 19 de Marzo, en lo que ha sido nuestra primera semana en Austria. Llevaba tres meses mirando al cielo, pero la verdad es que este año ha debido de ser de los peores en cuanto a precipitaciones de nieve por allí, pero aún así no me puedo quejar de lo que encontré.
Fuimos 5, Javi (a partir de ahora mi hermano), otro Javi (a partir de ahora mi cuñao), David, Raúl y yo. Teníamos vuelo el sábado a las 7 y pico, así que prontito a Barajas. El vuelo con Lufthansa un lujo, sin ningún problema, nos dieron de desayunar y todo perfecto, 100% recomendable. Al llegar a Munich nos fuimos a por nuestro coche alquilado. Habíamos alquilado con Thirfty (a través de Europcar) y la verdad es que nos dieron lo que pedimos, no tuvimos problemas.
El problema es que fuimos muy optimistas con el espacio y claro, cinco tíos con su equipaje, las tablas, botas… pues íbamos en el coche un poco apretados, para muestra una foto:
Después de media hora jugando al Tetris conseguimos meter todo en el coche y pusimos rumbo a Kappl, nuestro destino. La verdad es que tardamos un poco en salir de Munich por unos problemillas con el GPS, pero al final encontramos el camino. Fuimos por Garmisch, que me habían comentado que era una pasada, y la verdad el camino muy chulo. Lo malo es que pillamos bastante tráfico, incluso estuvimos en un sitio parados casi 45 minutos… en fin, que llegamos a Garmisch a la hora de comer y aprovechamos para hacer un poco de turismo.
Una fotillo de la calle principal, y otra con mi hermano.
Finalmente llegamos a nuestro apartamento a Kappl casi a las 6 de la tarde. Allí nos recibió un hombre que salía del pajar, llamó a su mujer y nos subió a nuestro apartamento. Estaba en la misma casa que vivían los propietarios, en el 2º piso, pero la verdad que estábamos totalmente independientes y estuvimos muy tranquilos. El apartamento lo encontramos a través de la Web de www.atraveo.es y la verdad es que es totalmente recomendable.
Después de colocar nuestras cosas nos dimos una vuelta por Kappl para verlo un poco y comprar provisiones y prontito al apartamento que tocaba madrugar al día siguiente. La verdad es que Kappl como pueblo no tiene nada. Son mas bien un montón de urbanizaciones distribuidas a lo largo de la carretera y subidas por la ladera de la montaña. Es un sitio muy tranquilo para descansar y con Iscghl a 10 min. como mucho.
KAPPL
El primer día nos fuimos a Kappl. Era un domingo y pensamos que habría menos gente que en Ischgl o dominios más grandes. Además queríamos estar mas o menos tranquilitos para no desgastarnos demasiado y así poder aguantar toda la semana y, la verdad es que fue todo un acierto.
La estación tiene unos 40km, pero nos dio sin problemas para pasar el día. Cogimos el huevo abajo y nos subimos por la silla Alblittbahn. Estuvimos un rato haciendo las pistas de esa zona. Luego fuimos a la izquierda del todo, a la silla Alblittkofpbahn y después de bajar un par de veces por esa zona nos fuimos a conocer la famosa pista de los 8km.
Aquí hay una foto arriba de la estación, donde comienza la pista 9 (que en algún momento ha de ser una carretera). La verdad es que la pista esta muy chula. Bajamos hasta la zona donde se coge la silla de 2, la Doppelsesselbahn Gongall, bajamos un poco y nos volvimos a subir hasta arriba del todo para despedirnos de la estación haciendo otra vez la pista 9.
Aquí una foto en la que nos preparamos para hacer la última bajada del día:
Esta vez bajamos hasta abajo del todo, la base de la estación desde donde sale el huevo. La verdad es que terminamos a las 16:00 después de haber esquiado durante casi 6 horas sin parar mas que 15 min. para tomar unas barritas energéticas.
En resumen, es una estación no muy grande, pero en la que encontré muy buenas pistas, con poca gente y muchas posibilidades, la verdad es que todo un acierto, 100% recomendable visitarla si se va por la zona y se quieren hacer estaciones pequeñitas huyendo de los macro dominios.
ISCHGL
El segundo y tercer día los dedicamos a Iscghl, la estación más grande del valle. El segundo día amaneció un sol esplendido, así que nos fuimos a ver que nos ofrecía ese dominio de 238 Km.
Aparcamos en el parking del Silvrettabahn (A1), y había bastante cola, estuvimos como 30min, lo que tiene llegar un poco tarde, pero la verdad es que fue de las pocas colas que pillamos en pistas.
Una vez arriba comenzamos haciendo un par de bajadas por la zona de Idalp, para después coger la silla C3 y pasar a la zona de Vesil. Esa zona está muy bien, con buenas pistas y buenos laterales, aunque hacía mucho que no nevaba y estaba la nieva un poco dura fuera de las pistas.
Estuvimos quemando un poquito esa zona y luego subimos por la silla E4 para bajar por las pistas 20 y 21, dos buenas negras, con buena pendiente pero bastante anchura, por lo que fueron muy cómodas de bajar. Luego bajamos hasta coger la silla C5 y pasar a la zona de Alp Trida Eck, bajando por las pistas alrededor de las sillas O1 y O4 para, al final, volver a subir por la silla O1 y hacer la bajada de la pista 14ª, con su 70%.
Ya estábamos destrozados después de todo el día, y esta pista nos dejó aún mas, pero no podíamos terminar el día sin bajar la famosa “eleven”, así que cogimos la silla C5 y nos hicimos la bajada desde lo alto de esa silla (cota 2.872), hasta la base del huevo que habíamos cogido al principio, en total 1.400 m de desnivel y unos 11km que hicieron que termináramos destrozados, pero contentos.
Al día siguiente repetimos Ischgl, según llegamos fuimos directamente a la famosa Duty free run. La verdad es que el comienzo de la pista es muy bueno, pero poco a poco se va convirtiendo en un camino, y esto, con una tabla se hace muy duro. Mis cuatro compañeros iban con snow, yo ese día cogí los skies y la verdad fue un acierto, aunque termine también destrozado ya que me toco tirar de ellos durante gran parte del caminito.
No nos quedaron ganas de dar un paseo por Samnaun, ya que eran ya las 12:00 y lo que queríamos era esquiar, así que nos cogimos el huevo de dos pisos (L1) y otra vez para arriba.
La subida es impresionante y el sistema curioso, ya que no es como un huevo normal (o remonte) que sube por un lado y baja por otro, sino que solo hay un cable y tienes que esperar a que suba con la gente y vuelva a bajar, ya que sube y baja por el mismo cable. Aún así es bastante rápido y no hay que esperar mucho, además de que tiene una buena capacidad.
Desde arriba las vistas eran espectaculares. Estuvimos por la zona de Alp Trida. Me gustó mucho la zona, con buenas pistas rojas, con curvas, cambios de rasante y muy poca gente, probablemente la zona con menos gente de Ischgl. Después de estar en ese valle por todas las pistas que hay, sillas M2, M1, N2, N1 y N4 decidimos ya pasar a la zona de Idalp y tirar para abajo.
Pero bajando nos encontramos con el park y con la colchoneta. Descubrimos que esta era gratuita (la primera estación en la que yo lo veo, aunque supongo que habrá mas), no como en otras que hay que pagar por saltar y nos lanzamos. Primero saltaron mi hermano y Raúl. Yo con los esquíes no lo veía muy claro, pero en el segundo salto me uní a ellos y la verdad fue una buena experiencia.
Después de esto, decidimos tirar para abajo y dar por concluido nuestro segundo día en Ischgl, pensando que sería el último, aunque luego repetimos el último día…
Después de llegar a casa y cambiarnos, nos fuimos a dar una vuelta por Inssbruck, estuvimos un rato por la zona centro y cenamos por allí. No vimos tampoco mucho ya que era de noche, pero la verdad es que es una ciudad muy bonita.
SERFAUS
El tercer día, y con la baja de mi cuñado, que necesitaba un día de descanso, nos fuimos a Serfaus, ya que la recomendaba todo el mundo por aquí y, la verdad es que no nos defraudó.
Llegamos prontito y nos pusimos manos a la obra, ya que queríamos conocer todo el dominio, y para esto teníamos que ir a buen ritmo. Habíamos aparcado en la zona de Fiss, como nos habían recomendado y la verdad, muy buena elección, ya que fue fácil aparcar, con acceso rápido a los remontes, nadie para sacar los forfaits y poca gente en los huevos que de allí salían. Empezamos cogiendo el Möseralmbahn y luego el Sattelbahn. Una vez arriba bajamos en diagonal por la pista roja Jochabfahrt, una muy buena pista.
Luego subimos por la silla Planseggbahn (por que no les pondrán números como en Ischgl…). Como se ve en la foto con la mascota de la estación, había falta de nieve (estábamos a 2.376 m y se ven calvas). Realmente a la estación le faltaba una buena nevada, por pistas aguantaba bien, pero por fuera no había nada que hacer.
En fin, seguimos yendo hacia la izquierda del plano, hacía la zona del Pezid con el objetivo de hacer la Vertikal. Y ahí estábamos, a 2.770m de altitud, en el principio de la pista, viendo como la gente iba cayendo. Especialmente nos hizo gracia un “espabilao” de estos que llegan casi pisándote las tablas cuando te las estas atando, con pinta chulo y que, según empieza se va al suelo en el primer giro (jajaja!!!) nos reímos como buenos españoles, sin disimulo y el tío se nos quedo mirando con cara de “cabrones, que ridículo he hecho”.
Bueno pues nos lanzamos y la verdad que la pista tiene su cosa, pero es bastante ancha, con lo que te permite girar bien. En la foto no se aprecia muy bien la pendiente, pero creedme que tiene bastante, eso sí, sin ser un gran experto se puede hacer, ya que nosotros no lo somos y la bajamos sin problema.
Después de esto estuvimos un rato mas por la zona (de las mejores de la estación), y comenzamos el camino de vuelta hacia Fiss. Desandamos todo el camino andado y nos fuimos a la zona de la derecha del todo. Por esta zona hicimos un par de bajadas. Esta zona es espectacular, con unas pistas rojas muy buenas. Para terminar nos subimos por el huevo Almbahn para afrontar nuestro último reto, después de unas cuantas horas.
Bajamos desde allí por la Diretissima (otro pistón) y luego todo el valle hacia abajo hasta Fiss. La verdad es que terminamos reventados, no paramos en todo el día ni para comer pero valió la pena. La mala suerte fue que la nieve no era muy abundante. Eso si, cuando nos íbamos empezaba a nevar ligeramente, avisando de lo que pasaría al día siguiente…
SALZBURGO
Al día siguiente amaneció muy mal tiempo, con lluvia, niebla… por lo que descartamos el esquí. Como suele pasar estuvimos discutiendo sobre donde ir y al final nos decidimos por Salzburgo. Son dos horas y media mas o menos de camino hasta allí, pero bueno, teníamos todo el día para ir y volver.
Salzburgo la verdad es bastante bonito, la pena del día que nos hizo. Estuvimos dando una vuelta por el casco antiguo.
Aquí mi hermano y mi cuñado en el río, se nota que hacía buen tiempo.
Comimos por allí, hicimos unas compras, algo de turismo y ya, por la tarde-noche nos volvimos para Kappl pensando donde esquiar en nuestro último día.
ISCHGL
El último día amaneció con un tiempo regular, aunque las previsiones eran que abrieran. Pensamos en ir a Lech-Zurs y hacer su famoso anillo blanco, pero como el tiempo era regular y no sabíamos como estaría el itinerario que hay en el circuito lo descartamos. Decidimos ir al Glaciar de Pitztal. Después de 45 min. de trayecto hasta allí solo habían abierto tres pistas, con lo que decidimos que era una tontería y cogimos rápidamente de nuevo rumbo a Ischgl.
La mejor decisión que podíamos haber tomado. Llegamos allí sobre las 11, y nos encontramos un tiempo abierto y una buena nevada del día anterior.
Primero hicimos un par de fuera pistas por los alrededores de la silla C3, había como 20 cm de nieve recién caída. Bueno después de pasar nosotros quedaba menos porque la llevábamos toda encima, jajaja! Y desde allí nos fuimos a la zona de Vesil.
Según subíamos por la silla E4, se veían unos fuera pistas muy guapos, y la verdad, estaban muy bien. Nos pasamos todo el día por esa zona, había muchas zonas que trillar. Apuramos hasta 5 min. antes de cerrar el remonte y desde arriba una última bajada hasta el valle. Lo malo es que nos confundimos y nos fuimos por la pista 3, un camino prácticamente llano y sufrimos bastante hasta llegar a la Mittlestation del huevo, desde donde bajamos ya hasta Ischgl, disfrutando de nuestra última bajada Austriaca.
Aquí se puede ver a mi hermano, y como había cambiado el aspecto de la estación ese día después de la nevada del día anterior, que pena que no hubiera nevado antes…
En resumen, Iscghl me gustó mucho, muy buenas pistas, buenos Parks, buenos remontes. Había bastante gente, sobre todo en la zona de Idalp, pero eso sí, no esperamos mas de 5 min. en ningún remonte (salvo el primer día en el huevo). La pena es que no haya estado todos los días como el último para haber aprovechado más los itinerarios y fuera pistas, pero aún así, es la bomba.
Por último una cervecita para recuperar energías antes de marchar a preparar la maleta.
El último día, aprovechando que el vuelo salía tarde nos acercamos a Munich a pasar el día. Estuvimos dando una vuelta por allí y la verdad, es que la zona está bastante bien.
En resumen, fue un viaje que disfrute mucho, esquiando sin parar. La pena fue que faltaba algo de nieve (es de los peores años en general que recuerdo), sobre todo para salirte de las pistas.
En cuanto a las estaciones, 100% recomendables las tres. Todas tienen su encanto. La que menos conocimos fue Serfaus, pero la zona de Pezid y la de Ladis, los extremos del plano merecen la pena. Kappl es una estación que ya me gustaría tener por la sierra de Madrid, sin duda, merece la pena pasar un día en ella. Y de Ischgl pues todo el mundo lo sabe, mucha variedad de pistas, fuera pistas, extensión y gran apreski.
Si vais por la zona, y vais desde Munich no dejéis de pasar a visitar Garmisch, a mi me encanto, tal vez porque no me la esperaba tan bonita y supero con creces mis expectativas. Habló de la ciudad, porque a las pistas no subí, pero se veían muchas desde la ciudad y parecía que también merece la pena.
Tendré que volver otro año para conocer otras zonas de este bonito país que aún tengo pendientes. Espero no haberos aburrido y bueno, es mi primer reportaje, creo que no ha salido tan mal, jajaja!
Un abrazo a todos!