Madrugamos de nuevo el segundo día y nos preparamos un buen desayuno en el apartamento, con huevos, bacon, tostadas, zumo de garrafa....
Park City es la hermana mayor de Deer Valley, las dos están pegadas la una a la otra aunque su concepto y filosofía son bien distintas. Park City admite snowboarders y es una estación bastante más popular (sin límites de accesos), eso sí, manteniendo muy de cerca los parámetros de calidad de Deer Valley, aunque aquí no es habitual ver casas en las pistas ya que la estación y el negocio inmobiliario van por separado y cada uno en su lugar. Eso permite a Park City disponer de una estación más salvaje y accesible.
En resumen, Park City nos gustó mucho, una estación variada y divertida, ideal para todo el mundo, en particular para los snowboarders de la zona que no puedan disfrutar de las delicias de Deer Valley, con unas instalaciones de snowpark impresionantes (probablemente las mejores de Utah). Nos hizo un día con claros y nubes y con una nieve de muy buena calidad.
Park City, el pueblo
A parte de la estación, Park City es la ciudad principal de la zona de esquí que comprende a las estaciones de Deer Valley, Park City y Canyons, y quisimos ver su famosa Main Street.
Durante nuestros primeros tres días de estancia aprovechamos el fabuloso apartamento que teníamos para cenar en casa (barato y cómodo), así que no podríamos recomendar demasiados locales para salir a tomar algo, nuestra agenda nos dejaba prácticamente agotados cuando se ponía el sol, con ganas de pegarnos un baño en el hot-tub y tirarnos en el sofá del salón a la espera del próximo día, de la próxima aventura, mañana Canyons. Por la ventana nieva con intensidad, quizás pillemos nieve fresca.
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