Una vuelta por los 3 valles (Inmaculada de 2010)
Jugando la baza del coche y saltando los Pirineos había casi dos únicas opciones: Val Thorens o Tignes. La meteorología parecía haber favorecido a Val Thorens y dado que ofrecían el FF de 6 días por 153€ (frente a los 200€ de Tignes), decidimos dejar el “Espacio Killy” a la masa foril y decantarnos por “Les trois Vallées”.
Lo que nos encontramos fue un dominio a medio gas, sin apenas gente, pero con mucho terreno para disfrutar. Las conexiones entre los 3 valles se hacen rápido, sobre todo en sentido Val Thorens>Courchevel. A pesar de ser un macrodominio bastante extenso, la configuración de los valles en paralelo hace el cruzarlos, una tarea relativamente sencilla y rápida. No así como en otros dominios próximos como Paradiski, donde todo está puesto de modo mas “secuencial” y no tanto “paralelo”.
Una cosa que también me llamó especialmente la atención fue el extenso Sistema antialudes que tienen. Era bastante sencillo encontrar en cualquier pala que mirases el típico tubo que los provoca. Además tras la noche que nevó, desde primera hora, estuvieron petardeando todas las zonas expuestas para ir progresivamente abriendo remontes. Chapeau
En cuanto a la meteorología, hubo de todo. Calor, frío, viento, nubes, lluvia, nieve, etc. Por lo que respecta a la nieve, costraza, de pescadería, polvorón, dura como el cemento... dio igual, siempre se podía disfrutar de un modo u otro.
Y sin mas dilación, voy a ir al turrón propio de estas fechas. Un vídeo resumen de cómo se nos dio a los 4 Teodulos que nos plantamos allí.
Y ahora las fotos.
La misma noche de llegada a Val Thorens, vista del pequeño glaciar de Peclet que se encuentra justo encima del núcleo urbano
Foto de rigor de los cuatro desde una de las cimas características de Val Thorens, “Cime Caron”. Por orden, alro, ed!, mach, Carpintero.
Lo que es exclusivamente el dominio de Val Thorens, me pareció bastante extenso. 160 km de pistas variadas.
Básicamente tenemos cuatro zonas, las pistas que dan a parar a la urbanización de Val Thorens, las de Les Menuires, el valle de Orelle y las pistas del Pointe de la Masse.
La conexión de Val Thorens con el resto de los 3 valles siempre se hace por una silla, “Plein sud”, y el funicular “Bouquetin”. En la foto, la llegada de dicha silla y el garito “La folie douce”, que solía animarse por la tarde. Por cierto hay una pala bastante buena bajando por la línea del Bouquetin.
El “Bouquetin”. El pico más alto que se ve en el primer plano, es el “Cime Caron” (3200m)
Silla de Plein Sud y pista azul de retorno a casa
Buena pala también la que pillamos desde la silla de “Portet”
alro poniendo a prueba la tecnología “banana” de su tabla
Saltamos al recóndito valle de Orelle, situado en el extremo de los 3 valles. El acceso se hace desde el Funitel “Grand Fond” o desde el Cime Caron. Mucha nieve vimos allí acumulada, y eso que sólo funcionaba una silla y no se podía acceder a la cota más alta de los tres valles. Por cierto, el collado entre Val Thorens y Orelle es un túnel de viento perfecto. Que pasada como soplaba por allí siempre.
Vista de Orelle
Cara del Cime Caron que da a Orelle
Vista completa del valle. Hacia un lado....
… y hacia el otro
Buscando palas por la zona
Silla de conexión de Orelle con Val Thorens
Alguna foto más de la zona de Val Thorens
Otra zona del entorno de Val Thorens, próxima a Les Menuires, entretenida aunque muy suavecita, es la que rodea a la silla de “Granges”. Un trazado de casi 3km, pero la silla es rapidita y con capota. Como debe ser
Vista general:
Y bajada por lomas suaves en las proximidades de la silla
Desde la misma silla, hacia el lado de Meribel también tenemos buenos fuera de pistas
Y tubos con los que disfrutar:
Retomando el itinerario, saltamos al valle de Méribel. La tónica de los primeros días, nublado.
En esta foto, al fondo, tenemos el mítico Mont du Vallon. Que lástima que estuviera cerrado toda la semana.
Bajamos a Meribel-Mottaret para cruzar al tercero de los valles, Courchevel.
Un telecabina antediluviano pero con encanto, con un recorrido de 16 minutos y 3 paradas, nos servirá como enlace de vuelta.
Las pistas azules que bajan a Meribel-Mottaret están vacías, así que le damos un poco de zapatilla y aprovechamos parar tirar alguna ráfaga. Mala suerte, de camino la parada en el mítico “Mont Vallon” no la íbamos a poder hacer.
Bajando la pista Roja del “Cote de Brune”, sale una bonita bajada hacia la izquierda. Hay que atravesar un pedregal y un collado en cuesta antes de poder bajar a gusto.
Tras desahogarnos bien en las sucesivas palas, llegamos la conexión con Courchevel. Uf, que pelada estaba la otra cara de Meribel-Mottaret
Saltamos a Courchevel. Encrucijada, ¿por dónde tiramos?
En esta zona el pico accesible que nos sitúa a mayor altura es el de “Sauliere” (2700m). Cotas más bajas que en el resto del dominio por Courchevel
Rápido nos topamos con el caracterísitco “Altiport”. Ni un sólo jet vimos despegar o aterrizar. Hubiera sido curioso verlo.
Cogiendo la silla de Suisses tenemos acceso a unas pistas negras muy divertidas.
Al estar cerradas porque había calvas al final, las encontramos perfectamente pisadas, impolutas y sin gente. No nos podíamos resistir. Y es que estos tableros no respetan nada!
Un par de bajadas que la nieve estaba disfrutona
Nuestro periplo por los 3 valles acaba. De vuelta a Val Thorens cogemos el larguísimo telecabina de “Bruyère” desde les Menuires. Un bonito atardecer nos esperaba
Conexión de vuelta a Val Thorens, al fondo, el glaciar de Péclet y el Aguille de Péclet
Ojo con el plano, que es de aúpa
Antes una vista hacia el norte, para encontrarnos con el Mont Blanc sacando pecho
Y con estas vistas os dejo. Hasta otro reportaje!