El sábado era nuestro último día de esquí y apostamos por otro gran dominio, Serfaus, a una media hora en coche desde el Hotel. Curiosamente, los sábamos no son días muy concurridos en Austria ya que el esquí se planifica por semanas y el sábado es día de entrada.
El día prometía aunque el viento y el calor amenazaban.
Pueblo de Serfaus al fondo
y mis peores previsiones se hicieron realidad, un calor que dejó la nieve hecha un patatal incomodísimo
Fiss al fondo
En Fiss tienen este curioso aparato, el Fisser Flieger
Es una estación muy extensa aunque por el viento no pudimos acceder a las zonas altas por lo que nos vimos obligados a recorrer las zonas bajas, con nieve de mala calidad, como se estropea la nieve aquí de un día para otro!!!
Así que sobre las 3 de la tarde dijimos basta y nos volvimos, teníamos que dormir en Munich esa noche y nos quedaban dos horas largas de coche.
En fin esto ha sido todo, mi segunda aventura en Austria ha sido muy reconfortante con algunos días memorables y muuuchas estaciones aún por recorrer así que volveremos pronto.
Agradecer desde aquí los consejos de el gurú Jairo y de Azud y sobretodo quiero mandar un cariñoso saludo a María y Aurelio que han sido unos anfitriones maravillosos que nos han hecho sentir como en nuestra casa, agasajándonos con buenas comidas, buenos vinos y ricos licores de la zona, un hotel muy pero que muy recomendable para los que buscan tranquilidad y un trato diferente.
Hasta la próxima!!!
Pepe
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