Nieve en Sierra de Gádor (Almería). 13-02-05
Soy un apasionado de la Sierra de Gádor. Desde que nací ha estado presente ahí enfrente, en la lejanía, como una madre protectora que abriga y protege a sus retoños dándoles cobijo bajo sus faldas. Y es que la Sierra de Gádor es el límite natural por el norte de todo el Poniente almeriense; su longitud de unos 50 km y su altura –más de 2200 m- hace que se vea desde cualquier lugar. Recuerdo especialmente cuando de niño miraba por la ventana en invierno y se veía nevada, tan blanquita, con las cumbres más altas llenas de nieve.
Sin embargo, y pese a tenerla tan cerca, no han sido muchas las ocasiones en que me he acercado a sus cumbres más altas, pero todas las que han sido lo han sido con nieve. De hecho, la primera (1990) fue el preludio de mis inicios en el mundo del esquí: subimos un amigo y yo poniéndonos bolsas en los pies para no mojarnos y a la semana siguiente nos animamos a ir a Sierra Nevada por primera vez para probar eso del esquí.
La segunda vez que subí fue varios años después (1996), y en esa ocasión hice una de las cosas de las que más orgulloso estoy: esquiar en la Sierra de Gádor viendo la costa y mi pueblo, Roquetas de Mar. Desde entonces tenía la ilusión de repetir siempre que pueda esa aventura, pero hasta ahora no había sido posible.
Pero esta semana cayó una nevada considerable, y, junto con otras circunstancias favorables, pudimos organizar una subida a la sierra. Así que el domingo, seis días después de la nevada, nos fuimos un grupo de 5 personas en una furgoneta para arriba. A continuación cuento cómo fue la excursión.
Salimos de Roquetas (a nivel del mar) a eso de las 9:00. La sierra se veía así:
El recorrido incluye unos 25 km de carretera subiendo hacia El Marchal de Enix, llegando hasta la central eólica unos 1100 msnm), donde nos desviamos a la izquierda por una pista forestal. Esta foto es de otra excursión de hace unos años:
Ahora son otros 20 km de camino bacheado recorriendo la sierra de este a oeste, en ligera subida todo el tiempo. Pronto la nieve comienza a aparecer, sobre unos 1300 msnm. A lo lejos se ven, también nevadas, la sierra de Los Filabres, y la Sierra Nevada almeriense:
Sobre los 1500 msnm el camino tiene este aspecto:
Hay rodadas de otros vehículos que han pasado antes que nosotros. Por ahora se va bien.
Una vista de nuestro objetivo: el pico Nuevo Mundo, de 2109 msnm.
Antes de los 1600 msnm, el camino se pone así:
Otra vista desde el camino:
¿A que parece una pista? Me quedé con una gana de bajarla, pero, ...otra vez será.
Y dos curvas más adelante.....nos atascamos:
Hay más nieve de la que esperábamos, y no llevamos cadenas, ya que no esperábamos usarlas (y tampoco tenemos). A todo esto, hemos tardado 2 horas y 20 minutos en llegar hasta aquí (más que en ir a Sierra Nevada).
Nos bajamos, y yo enseguida me calzo los esquís y comienzo a probar la nieve: ¡buena pinta, si señor!
Unos 100 m más adelante hay un anchurón donde podremos dar la vuelta a la furgoneta, pero de eso se encarga Julián, el conductor. Mientras, voy probando los esquís por una bajadita que hay por allí, y aprovecho para hacer la foto “objetivo nº 1” del viaje:
Ya sé que hay poca nieve aquí, que no se ve muy bien, pero hay que tener en cuenta que estamos en la ladera sur de la sierra, y escasamente a 1600 msnm, y ¡en Almería!
Mientras me hacen la foto, lo que yo veo es esto:
El plan era estar de vuelta para comer en casa, así que no podemos estar mucho tiempo. Los demás –no tienen esquís- se van a dar un paseo por el camino, y yo me quedo buscando algunas palas con nieve buena. No tengo mucha movilidad, ni tiempo, pero bueno, algo encuentro:
Desde arriba:
Y desde abajo:
¡Ojo! Yo no soy ningún esquiador experto ni he esquiado por nieve virgen prácticamente nunca. Así que uno hace lo que puede.
En estos momentos, iba solo, pero pasó por allí un grupo de gente en quad, y pedí a uno de ellos que me retratase:
Luego, otro poco de “fuera pista”:
Y otro par de panorámicas de la zona:
¡Ojo al dato! En esta se ve el Cabo de Gata:
Antes de volver, una foto con “el hombre de las nieves”:
Y de vuelta para casa, a donde llegamos a las 15:00. Seis horas de excursión, de las cuales 4,5 fueron de viaje. Pero mereció la pena.
Decir que de haber tenido más tiempo y haber podido subir más arriba, hubiéramos encontrado un montón de laderas con pendiente y nieve suficiente para disfrutar como enanos esquiando, pero no fue posible, y se hizo lo que se pudo. De todas formas fue ua excursión fantástica que espero repetir lo antes posible, y animo a quien quiera a que visite la sierra con nieve, que no le defraudará.
Nada más, espero que os haya gustado.