Las sensaciones del Snowblade son de dominio total en pendientes moderadas, con radios de giro sobre los 7 metros, y con una manejabilidad asombrosa en cualquier salto. Además son muy fáciles de transportar, y la fijación es difícil que falle, pues es muy simple.
Muchos coinciden en que son un juguete para unos días, otros dicen que son una herramienta para aprender, pero lo mejor es probarse unos Snowblades, y experimentar la sensación con ellos puestos.
Salomón propone varios modelos de Snowblade para proporcionar la mejor elección a cada esquiador, algunos se decantan más por el estilo Freestyle, otros prefieren la estabilidad de una longitud mayor. Pero sin duda alguna el modelo estrella de la marca es el Mini Max que genera grandes descargas de adrenalina en cualquier salto por pequeño que sea, aunque sacrificando algo de velocidad en comparación con unas tablas normales.
Para el disfrute de unos Snowblades de Salomón tendremos que desembolsar en torno a 200€-240€ para prácticamente cualquier modelo.
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