Ayer tuve la ocasión de poder hacer un pequeño test de varios esquís de la marca Vist.
Probar esquís siempre es una gran experiencia. Todo lo que sea probar nuevo material, de distintas configuraciones, en distintas situaciones, etc, etc es una grata y excelente ocasión para esquiar y ampliar sensaciones.
Pero esta ocasión ha sido un paso más allá. Poder probar esquís con un ex-corredor de KL (
kilometro lanzado), ganador de ocho medallas de oro en los JJOO de Nagano (1998 ) por su tarea como skiman en el equipo paralímpico (entre otros premios como corredor y como skiman); no es sólo un placer sinó un privilegio. Además de una experiencia siempre provechosa.
Estoy hablando de Quim Frigola. Importador para Portugal, Andorra y España de la exclusiva marca de esquís Vist. Hay tres personas que han tenido una más que furte influencia en mi esquí. Y en parte son “culpables” de que me haya dedicado durante muchos años de mi vida a este mundillo. Una de esas es Quim. Las otras dos son un buen amigo mío (un tal Carlos, Inef, profesor de esquí), y la otra es uno que de vez en cuando le da por escribir libritos y artículos, Carlos Guerrero, alias Carolo.
Curiosamente con ellos tres he esquiado más bien poco, y tanto con Quim como con Carolo, el click en mi cabeza fue en dique seco, sentado en una silla o en un sofá, bien calentito y a resguardo de las inclemencias invernales. Tarea harto difícil.
En el caso concreto de Quim, fue en una clase suya. Dónde al minuto logró despertar mi neurona (completamente aturullada despúes de una noche movidita). A los quince minutos consiguió dejarme empotrado en mi silla, con las orejas abiertas como dos ventanales y a la hora y media logró que entendiera cómo funcionaba ese trasto que me ponía en los pies todos los días del invierno. Mi esquí cambió en ese justo instante. Tal cómo os lo estoy contando.
Después de la presentación, vayamos a lo importante. Cómo van esos esquís.
El siguiente texto es únicamente mi opinión personal. Ello supone que queda sujeta tanto a mi nivel de esquí, mi percepción y mis gustos/preferencias personales. Asimismo no quedan exenta de la posibilidad de contener algún error.
Esquiador:
Esquío desde 1992 aunque en realidad esquío con regularidad desde 1999. Profesional de la enseñanza del esquí desde el 2004 hasta el 2009. Titulado por ETEVA con el Técnico Deportivo (TD2) de Esquí Alpino.
Mido 174cm y peso 70kg.
Bota usada:
Lange World Cup de horma 98mm y dureza 120.
Mi bota cómoda y de uso civil.
La de 92mm de horma y 160 de dureza hubiera sido excesiva para interpretar bien distintas sensaciones con comodidad. Aunque es probable que hubiera resaltado más aún los matices de cada esquí.
Esquís:
Super Front Two en 174cm. Un race carver, que traducido es un GS para el uso público.
SuperMountain One en 170cm. Un polivalente de verdad.
Cross Over Two en 164cm. El lobo con piel de cordero.
Super Front Tre en 165cm. Probablemente el mejor esquí de SL del mercado.
Los podéis ver todos en su
página web oficial:
[
www.vist.it]
Condiciones de nieve:
Polvo-húmeda prensada.
Conclusiones de la prueba:
Cuando uno prueba esquís, a veces se lleva una sorpresa, normalmente en positivo, y otras sencillamente no. Eso no quiere decir necesariamente que el esquí en cuestión no guste, simple y llanamente no ha salido del concepto o expectativa que uno tenía sobre ese esquí.
La posibilidad de que exista esa sorpresa se disminuye en cuanto aumenta el nº de esquís probados, pero esta vez, que han sido cuatro en una mañana,
me he llevado una buena sorpresa con los cuatro.
Otra constante en esos cuatro esquís, y son cinco los Vist que he llevado bajo mis pies, es el buen equilibrio del conjunto del esquí y su neutralidad.
Me explico. Ambos conceptos, equilibrio y neutralidad van íntimamente ligados. Si hiciéramos una analogía automovilística estaríamos hablando de la tendencia al subviraje (se va de delante, ej: Renault), al sobreviraje (se va de detrás, ej: BMW), o de neutralidad (hace lo que tú quieres, ej: Audi R8 ).
En esquí estamos hablando de espátulas duras que no quieren entrar en el viraje, o excesivamente sobredimensionadas y con mucho mordiente; patines duros como el acero y colas de tacto mastodóntico, cuando nos referimos a esquís un tanto desequilibrados. Lo contrario es la neutralidad.
Todos los esquís Vist que he probado (GS, Super Front Two, Super Mountain, Cross Over Two y Super Front Tre) son neutros y están bien equilibrados. Hacen todo lo que les pidas, directamente, sin interferencias, sin vaguedades, sin titubeos. Lo pides, lo tienes.
Hasta aquí las líneas generales. Ahora uno por uno, veremos sus matices, su enfoque y su carácter.
- Super Front Two. Probado en 174cm.
Se trata de un esquí de GS, adaptado al uso público. Aunque hay que recordar que estamos hablando de un esquí rápido, potente, y con cierto tacto racing. Tiene un giro medio excelente, con un
tacto de corte espectacular que aporta una agradable sensación de precisión y aplomo, aunque fino. En giro amplio se repiten y reafirman las sensaciones del giro medio. Aunque es menos veloz que el GS (180cm) el aplomo es casi el mismo. No son dos esquís que estén muy lejos el uno del otro.
La sorpresa de este modelo es el giro corto. Increible. Lo que se puede llegar a cerrar el giro con este Race Carver está fuera de toda lógica. Cuando uno ojea un catálogo y llega al apartado Race Carver, sabe (o al menos debería) que está en el capítulo de esquís de giro medio-amplio, família (por debajo) de los esquís de GS. Por tanto, no espera que sean esquís ágiles en giro corto y que a la que se les pida un giro de slalom puro, se vayan de colas. No es el caso. Como os decía con anterioridad,
lo pides, lo tienes. Un Race Carver puro con un giro corto conducido digno de un SL.
- Super Mountain One. Probado en 170cm.
Polivalente dónde los haya. El esquí más cómodo y fácil de los cuatro. Pero no os dejéis engañar por lo de fácil y cómodo. Es un esquí con mucha, mucha sorpresa.
¿Quieres pasar un rato agradable esquiando con tus hijos pequeños o incluso con tus nietos por una pista verde-azul?
Cálzate este esquí. ¿Quieres seguir a ese profesor que te ha recomendado un buen esquiador amigo tuyo, mientras te lleva de un lado a otro de la estación como si la existencia de la humanidad dependiera de lo rápido que vayas?
Cálzate este esquí. ¿Has encontrado una línea de baches y te ha picado el gusanillo?
Cálzate este esquí. ¿Giro corto?
Pan comido con este esquí. ¿Quieres repasar tu técnica con el paralelo derrapado?
Cálzate este esquí. Otra vez el “
lo pides, lo tienes”.
Poco más se puede añadir. Entre esos añadidos, la
ligereza al calzarlo, pues no se nota pesado en ningún momento, ni tiene una
respuesta agresiva sinó
progresiva y previsible. Un gran esquí que muchos profesionales del esquí agradecerían llevar en su día a día, excepto para su uso particular dónde le pueden encontrar algún pero. Personalmente me ha encantado. Desde pisteros, hasta profesores (una gran herramienta polivalente para las clases, pues se nota ligero y extremandamente fácil en esas cuñas en el llano y estable a alta velocidad, en todos los radios de curva). Evidentemente no tiene el mismo tacto que el Super Front Two, está justo un escalón por debajo, cosa que da la comodidad que el otro no ofrece si se piensa estar todo el día con ellos en los pies.
- Cross Over Two.
El cordero. Si buscas un esquí de tallaje moderno (sobredimensionado en toda su longitud, 131-77-111) y de excelente comportamiento este es tu esquí. Quizás es el modelo al que más cuesta adaptarse en la primera bajada, pero pasado ese breve período de adaptación nos daremos cuenta de qué tenemos entre manos.
Tiene un radio medio excelente, fácil, suave, noble. El cambio de canto es un tanto más lento que con los otros modelos aunque este esquí tiene sorpresa (que de momento dejo para unas líneas más abajo).
Si dejamos que sea el esquí el que dicte el radio y el tempo, nos encontraremos haciendo curvas de radio medio sin apenas esfuerzo. Es increiblemente sencillo esquiar de esa forma con este esquí y requiere de muy, pero que muy poca demanda física para moverlo. Todo esto acelerando a cada curva, cosa que tiene por consecuencia, que uno se encuentre viajando a más velocidad de la que tenía planeada en un principio y sin apenas notarlo.
Permite alargar el radio de curva aunque hay que tener en cuenta que tiene cierta tendencia a cerrarlo. Así que sus fuertes son el radio medio y corto. No he probado el modelo largo, de 176cm, que probablemente será aún más polivalente que este, mejorando notablemente en radio largo y en flotabilidad fuera de pista.
El lobo. Si antes hablábamos de dejar dictar el radio y el tempo al esquí, a la que nos volvemos esquiadores activos, habrá que estar alerta y tener a punto todos los sistemas.
Este esquí se convierte en una auténtica bestia a la que uno se lo propone. Resumido podría decirse que tiene “efecto espejo”.
Todo lo que se le imprima, lo devolverá. Ni más, ni menos. Lo pides, lo tienes. Así pues, mejor estar prevenido, ya que después de enlazar unas increíbles curvas cortas a un ritmo endiablado, me catapulté en el aire como si fuera montado en lo alto del cohete de la NASA Saturn V ya que metí una curva dónde no entraba ni media. Reentrada suave, aterrizaje perfecto y vuelta a empezar.
Parece mentira que a ritmo suave el cambio sea lento, porque enlazando giros cortos conducidos la sensación es justo la contraria.
En resumen. Una bestia con collar. Pero una bestia al fin y al cabo. Sólo le sacarán provecho esquiadores de nivel, con la ventaja de que si queremos ir a un ritmo suave, podremos hacerlo sin apenas esfuerzo pero cuando toque desgarraremos la pista cual felino escapado de su jaula en busca de alimento.
- Super Front Tre.
Probablemente el mejor esquí de SL (eslalon) del mercado. Sí. Así de directo. No tengo ningún problema en decirlo. Puedo estar equivocado, pues no he probado todas las colecciones de esquís de este año. Pero son unos cuantos años ya esquiando, y unos cuantos llevando esquís de SL propios y ajenos.
Ninguno, absolutamente ninguno de los SL que he llevado nunca, es tan bueno como este. Y no sólo eso, sinó que el único que se le acerca es un Nava de SL que tengo atado con cadenas. No he llevado Rossignol, Dynastar, Atomic o Fischer de SL (de los que he tenido en propiedad los pares); que se parezcan lo más mínimo a este esquí. En lo único que se parecen es que son esquís de SL. Punto.
El Super Front Tre es un esquí vivo y que te hace sentir vivo. Cada instante que pasas sobre él, es una celebración a la vida. Se siente ligero, a pesar de que debe pesar alrededor de los 7,5 kg en 165cm. (No pude pesarlo pero el Nava que uso tiene una construcción y cotas similares, así que el peso será parecido).
Es increible estar montado encima de este esquí y notar la facilidad con la que uno puede moverse de un lado a otro con él. Además es un instrumento preciso, pues no sólo transmite de una forma absolutamente clara qué sucede bajo los pies sinó que obedece con diligencia.
El cambio de cantos ocurre en menos de un instante. Sin pensarlo uno es capaz de enlazar curvas cortas a un ritmo endiablado. Curiosamente es un esquí que permite ciertos errores y su cola ni es un muerto del tamaño de un portaviones clase Nimitz, ni tampoco una catapulta. En conducciones cortadas y precisas tiene el rebote preciso, justo y necesario para llevarte a la siguiente curva sin siquiera tener que pensar. En cambio permite barridos derrapados sin tener que pedirle clemencia. La espátula entra obediente en las curvas, pero al contrario de otras, permite cierto deslizamiento a voluntad. Y eso no es demasiado común en los esquís específicos de SL.
La sorpresa no es sólo que sea el mejor esquí de SL que haya llevado en los pies, sinó que además tiene un giro medio más allá de lo agradable o sencillo. Es espectacular. Y aún más allá, podremos jugar un poco con él en giro largo. Aunque es evidente que no es su territorio.
Defectos:
Que no hayas probado nunca un
Vist .
Neu pols, tot obert.