Muy buenas,
Me animo a escribir unas líneas con un poco de historia y un poco de opinión con relación a este tema.
En primer lugar, y para ser cumplidor con las normas del foro, diré que he escrito en diferentes ocasiones con el nombre que firmo, y hace unas temporadas como Crossmax por aquello del Ski-X que hasta hace un par de años practicaba.
De hecho coincidí con Alepro en la penúltima (que yo recuerde) SaabCrossmax Series de Andorra y SN. Qué tiempos aquellos Alepro, no?
Como Alepro recuerdo con nostalgia mis tiempos de profe. En mi caso en la EEE desde el 95 (fatídico año) hasta la temp. 99/00, justo el lustro donde empezó y se consolidó la movida de las "nuevas" escuelas por lo que, en cierto modo, lo viví desde una perspectiva muy concreta.(Además se dió la gran transformación de material hacia los nuevos esquís más "carveados", por lo que también recuerdo con nostalgia mis Dynastar G9 de 2m, unos esquís realmente buenos).
Entonces estaban la EEE, EOE, EIE, ETS (esquí alpino), SURFIN, WAS, SNC (snowborad). Ingresé en la EEE pues fui donde, de niño, di mis primeros pasos. Uno de mis profesores entoces fue Carlos Olmedo y aseguro que de sus lecciones me quedan hoy día su estilo tan elegante y a la vez eléctrico

. Por tanto, para mi era "La Escuela" aunque, también de niño, vi nacer la EIE y la EOE, la mi Escuela era EEE.
Bueno, dejándome de nostalgias y volviendo al tema, en el 96 comenzó (si mal no recuerdo) desde la EEE y la EOE la salida de grandes esquiadores y profesionales a estas nuevas escuelas: Aparico, Expósito, P.Puentes desde la EEE, los Macías desde la EOE, etc. Era gente, que en aquel momento, ya acumulaban bastantes años de experiencia y titulación, esquiadores de primer nivel y que después de muchos dando el callo en estas escuelas, dando muchas horas de clase, fidelizando clientes año a año y viendo que no había una progresión real, a nivel profesional y personal en las citadas empresas. Además, la constante entrada de gente (como yo en su momento) sin titulación oficial, cobrando poco y con muchas ganas entiendo que sería una amenaza constante para esa progresión.
En este punto diré que entonces en la EEE hacías unas pruebas de acceso y luego te formaban (gratis, no como en otras escuelas) durante 3-4 semanas debiendo estar, además, ayundando una semana a un veterano en su curisillo de semana. A mi me tocó con JA Morales, que la larga creo que salión de la EEE y montó Lican-Ray (creo) si no es así, pido disculpas. -Hace ya unos años que no voy a SN con la frecuencia que me gustaría-.
Yo colaboraba con la categoría de Eventual, lo que quiere decir más o menos: sábados, domingos y fiestas de guardar (Navidad, Semana Santa, semana de carnavales... En fin siempre que había un apretón de demanda se nos solicitaba aunque solo había obligación de subir las fiestas "oficiales"

, aunque en estos años tuvimos la suerte de participar activamente en los Mundiales del 96 -controlando puertas y derrapando-, en varias pruebas de Copa de Europa y la Final del Mundial del 99, lo que fueron unos durillos extras. Por cierto, siempre trabajé con contrato y alta en la SS.SS. .En general fueron años muy buenos de nieve, de muchísimo trabajo para todo el mundo.
Bien, al año de estar allí se nos "exhortaba" a ir a Candanchú a titularnos al cortijo de Roldán. Y entonces uno empieza a entender que, para ganarse la vida con esto, las cuentas no salen a la primera: No sé ahora con el de CEDI y los técnicos deportivos pero lo de ir a Candachú a titularse era una ruina. Es decir, trabajabas para pagarte la titulación pero no había una consideración proporcional al esfuerzo personal y económico (tremendo) que suponía.
Luego, para las Escuelas, no era ningún problema estructural el no tirar de titulados pues en caso de apretón de clases, se nutrían de gente que autoformaban para que el negocio no parase.
Dar clases no es fácil, es muy duro estár 7 días a la semana desde las 8:30 hasta las 17:00 con las botas puestas, en el llano de Borreguiles, con un sol de justicia, a 2700m sin parar ni para comer y siempre con buena cara hacia el cliente. Estos esfuerzos físicos y una situación como la descrita anteriormente genera un mal rollo serio, como se puede uno fácilmente imaginar. Para profesionales que se ganan la vida en este negocio pues aún más duro. Creo, imagino, que este sería, más o menos este fue el detonante o causa de la aparición de aquellas escuelas (Andaluza, Sierra Nevada, Profesional...) y la progresiva atomización del sector hasta las 28 actuales que se han indicado.
La Libertad de Empresa es un Derecho Constitucional (no tan fácil como ir a Hacienda y yastá como dice Rancio) y, de acuerdo a la regulación del sector, todo el que esté capacitado tiene el derecho de emprender su empresa con la libertad y la seguridad jurídica necesaria, pero a sabiendas de los riesgos que corre. Por tanto, puedo entender, en base a este sagrado derecho, la aparición de tantísimas escuelas, ahora bien sincereamente pienso que el sector debería de replanteaerse, de forma conjunta, qué está pasando en SN pues no creo que sea algo normal.
Una pregunta abierta a todos los profesores que se lean ésto y que actualmente trabajen de forma fija o eventual en SN en alguna de las escuelas que se han mencionado aquí: ¿Cuantos clientes buenos de verdad tienen en cartera?, Me refiero a clientes de los de antes -yo vi muy poquitos ya- ¿que te pagan la clase particular y te llevan a comer en La Ruta -o a la cafetería de Borreguiles-?. ¿Que incluso te piden por favor que te pilles una semana que te quieren llevar con su familia -gastos pagados- una semana a los Alpes?. ¿Queda alguno en SN?. Yo creo que poquitos.
El caos global que reina en la estación a todos los niveles (urbanístico, de seguridad, de tráfico, de servicios, etc.) se ha extendido (al menos de forma aparente) a las 28 Escuelas y se ha transmitido a un tipo de cliente rentable del que las Escuelas son principales beneficiadas: El cliente que paga (por que lo entiende y aprecia) por una clase con un profesional tanto para él/ella como para su familia.
Bueno, no tengo tiempo de escribir más. Mi conclusión es que el cliente puede estar un poco hasta el gorro de tantísima escuela y que no lo ve claro, y por tanto, empieza a no respetar la profesión, y por tanto el negocio disminuye por la no afluencia de clientes que entienden que vale la pena pagar un precio por un servicio concreto: Si comienzan a cuestionarse, si dudan, del nivel del servicio que van a recibir no pagarán por el mismo.
Saludos a todos,