Hola a tod@s:
Este finde (perdonad este toke de modernidad
) he estado haciendo la tradicional romería veraniega al cenotafio familiar
y para animaros un poco, y conseguir que solteis la presa del post de las cruces y los teleféricos
os escribo este otro post, que habla de Sierra Nevada, como no podía ser menos, aunque no de la nieve directamente.
Tomé el microbús de las 12:30 en el albergue universitario de Sierra Nevada, al que no se si por casualidad o por efectos del fuerte viento especulador de las montañas se le ha caído el nombre de "universitario", y eso que la Universidad de Granada tiene matriculados nada más que 60.000 candidatos a parados con título
Ese autobús, por la módica cantidad de 4,50 € de subida, te deja en las Posiciones del Veleta. Luego puedes hacer la bajada andando, lo que os recomiendo para fortalecer las piernas con vistas al invierno, o bien utilizar la tarifa doble para bajar cómodamente sentado.
Es una magnífica forma de acercarse a las cumbres en verano, más rápida y económica que con el telecabina de Borreguiles y el telesilla Veleta, que por cierto se encontraban cerrados por el fortísimo viento.
ESpero que en un futuro, cuando los aires talibánbicos de los ver¿mer?des de S. Nevada se serenen, extiendan el servicio de microbus hasta Capileira y así permitir que los niños, ancianos y militares de baja graduación puedan conocer las zonas privilegiadas de nuestra sierra, que ahora sólo pueden conocer "la camarilla granadina" unos cuantos más.
La visita es acompañada por las explicaciones de una chica agradable, posiblemente una de esa legión de 60.000 que buscan trabajo, y que te explica cosas sobre el maravilloso Parque Nacional de sierra Nevada.
Comienza hablanbdo del clima, al que por cierto llama "microclima", cosa tan utilizada como el término "sostenible", diciendo aquello que es obvio para cualquier persona: que hace mucho viento ( en aquel momento lo sentíamos), que en invierno hay temperaturas muy bajas y en verano temperaturas altas y que en invierno hay nieve y en verano no hay precipitaciones.
Se le olvido decir que el régimen pluviométrico de S. N. en verano es más duro que el del Desierto del Sahara, no tan lejano
En el plano geológico habló de que las piedras y rocas que veíamos (y había una "jartá"
no eran pizarrosas, sino esquistos y que el suelo era metamórfico, es decir que a las rocas las transformaba el clima.
De esa explicación deduje que tal vez la guía era de la rama geológica de la "legión de los 60.000".
Luego pasó a la flora, y la verdad, es que salvo decir que la flora de sierra nevada era única porque la nieve al cubrirla le ofrecía un "microclima" protector, poco habló de especies autóctonas, salvo de la invisible artemisa , que solo se encuentra en los vasares de la Alcazaba, en la parte alta de 7 Lagunas por Vacaraes y sobre todo en el estómago de las monteses
(por lo menos era por ahí donde yo la buscaba cuando era joven
) y de la estrella de las nieves (nivalis-nivalis) a la que igualó al mitico Edelweis alpino, tanto por su escasez como por la leyenda de ser esa extraña flor que buscan los amantes de forma sacrificada para ofrecérselas a su amada.
Cosa bonita pero incierta, porque ni la estrella de las nieves es escasa (cuando andas por los "borregulies" y espacios húmedos hay tantas que parece que pisas sobre la Vía Láctea
) ni los granadinos se rompen la crisma para ofrecer esa flor, de lo más vulgar en nuestra sierra, para conquistar a sus amadas.
Podía haberse ilustrado con el libro de Pablo Bueno sobre la flora de S. nevada, lo mejor, para mi gusto, sobre el tema.
Cuando pasó a la fauna, la cosa se puso más cruda, porque descartó osos y lobos (¿tal vez lo hubiera si no estuviera la estación de invierno?) y dijo que había zorros.
Lo que no dijo es que los zorros no están a esas alturas, sino alrededor de los cubos de basura de la urbanización.A mi me hizo recordar aquellas noches de luna, en las que tras probar el vodka de fabricación casera de Henry para combatir el frío, nos apostábamos alrededor del Parador, hoy inexistente, para que le dispara a los zorros que acudían a la basura con la certeza y seguridad de quien con otros rifles había disparado en otras guerras, infinitamente más sangrientas.
Habló de las cabras monteses ¡como no! eso que ha pasado de especie protegida a plaga sarnosa y enemiga mortal de la escasa flora autóctona.
Y claro, además del término "microclima" y "sostenible" vino la tercera palabreja: "endemismo".
Y soprendentemente habló de "hormigas endémicas", de "topillos endémicos" y de "saltamontes endémicos", caracterizados estos últimos por ser unos saltamontes que sólo saltan y no vuelan debido al fuerte viento de las alturas. Algo así como si las gallinas fueran faisanes endémicos.
Y ahí paró la cosa de los animales.
En el aspecto ecológico no paraba de exalatar las excelencias de ese paraje único de piedras viento y soledad al que incluso la Comunidad Europea ha calificado de PIC (Punto de Interés Comunitario) y por supuesto, cuando el autobus ascendía penosamente por las pendientes curvas de la llamada por el geográfo Titos "serpiente negra", con una expresión mezcla de asco y horror dijo mirando hacia orreguiles: "eso que está ahí es una cuña en el Parque Nacional"
Mejor debió decir que era un cáncer que los políticos con visión de futuro y amor por el desarrollo sostenible del topillo y la hormiga endémica iban a extirpar ¡sin duda alguna! para el bienestar de Andalucía " para si y para toda la Humanidad".
Yo miré para abajo, y entonces vi a Borregulies y al Veleta parecidos a un dibujo de Gullivert en el país de los Enanos, donde el Gigante se encuentra dormido y atado con innumerables cuerdas (¿los cables de los remontes?) quizá esperando a que llegue el cirujano "político" y con el bisturí del BOJA le exttirpe lo que hay que extirparle para que S. N. sea lo que debe ser..
Un PIC lleno de subvenciones comunitarias para que alguno de los 60.000 parados con título investiguen lo mil veces investigado sobre la hormiga, el topillo y el saltamontes endémicos.
Saludos
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