A ver, Sr. UNO, un par de cositas a propósito de sus últimas intervenciones...
Yo creía que Cetursa es la gestora de la Estación de Esquí y que, dado su capital mayoritariamente público proveniente de la Junta de Andalucía, es ésta quien, en última instancia, debe dirigir su funcionamiento. Ahora resulta que según Vd. la culpa del cierre (o parte de ella) la tienen los empresarios, comerciantes, hosteleros, restauradores, etc. Inaudito por cuanto, en principio y exceptuando aquellos que son de la titularidad de la propia Cetursa, esos negocios son libres de abrir y cerrar cuando tengan por conveniente habida cuenta que están en manos privadas (o, me pregunto, alguien les dice cuándo han de abrir y cerrar, eso pensando a sensu contrario). Imaginemos por un momento que la Urbanización, en vez de ser ese cúmulo de cemento y hormigón en que cada día se convierte más, fueran solo cuatro hoteles y tres restaurantes, o una estación en que los únicos servicios que hubiera fueran remontes y un par de restaurantes rápidos en pistas, un puesto de socorro y los servicios básicos, nada más. ¿Cuál hubiera sido la decisión de Cetursa en tal caso?. No supeditemos el cierre a cosas o cuestiones que poco o nada tienen que ver con Cetursa. El comercio es una actividad libre, al igual que lo es la docencia (refiriéndome al profesorado y Escuelas); en este último supuesto, es evidente que la enseñanza es algo que debe existir en toda Estación de esquí como un servicio más, pero ello no debe suponer un obstáculo para que, en su ausencia, la Estación no pueda abrir para los aficionados que a lo único que van es a practicar deporte, sea esquí o snow; a mayor abundamiento, siempre cabe la posibilidad de que las Escuelas adapten su plantilla a las necesidades reales de la Estación en función de la demanda. Lo único verdaderamente imprescindible para una Estación, en mi modesta opinión, es la existencia, en primer lugar de bastante y buena nieve y de circunstancias climatológicas favorables (supuestos que concurren actualmente) y a continuación de personas que hagan uso de ella practicando deportes de invierno y de aquellos mínimos servicios esenciales a los que aludía; que haya 1 restaurante o 20 o 1 hotel o 50, o 1 alquiler o 100, no es obligado para que una Estación funcione, es de agradecer que cuantos más servicios haya mejor, pero, repito, no es esencial; quien quiera esquiar o surfear lo que sí necesita es de pistas abiertas y remontes abiertos; el resto son añadidos y cada uno, en su ausencia, creo que los supliría como pudiera (si no hay restaurante pues me llevo un bocadillo y una lata de refresco; si no hay alojamiento ya me lo buscaré en algún lugar; si no puedo alquilar arriba siempre encuentro dónde hacerlo en Granada..., en fin; no me parece suficiente justificación para decretar, y digo decretar, un cierre). No digo que la Estación en estas fechas tenga que estar al cien por cien en funcionamiento, pero se propusieron alternativas como hubieran sido la apertura en fines de semana o reduciendo el número de remontes abiertos a unos pocos con los que se daría satisfacción a los usuarios al mismo tiempo que se reducirían gastos (además, ya que he hecho alusión a este último concepto, parece que aquí, en el país de los derroches, sobre todo cuando el dinero es de los demás, solo nos miramos el ombligo cuando nos conviene).
Tal vez me deje algo en el tintero o no me haya expresado bien porque escribo conforme me fluyen las ideas (las pocas que tengo

) y además no repaso lo que escribo. En cualquier caso y usando la expresión al uso, sin acritud.