No es una ascensión más al Mulhacén, es la ascensión.
Hacer de guía en la vida y en la montaña es un doble compromiso. Sentir y transmitir sensaciones.Volver al milenario escenario con un hijo de la mano. Es sin lugar a dudas la ascensión de la vida. Una dificil tarea, más que en la vida diaria. No puede haber fallo y hay que darlo todo, hasta el último aliento. Poner los cinco sentidos y lanzar plegarias al viento.
1972 y dieciocho años, la norte me acoge.
2013 cuarenta años después, mismo escenario pero otro actor.
Y la ilusión ve el amanecer
Aquel mismo de hace cuarenta años
Nos vamos a recorrer la norte, donde el camino nos deje pasar
Un recorrido perfecto por toda la faz del grande. Hacemos el recorrido en verde, impresionante, y sin proponerselo tocamos todas las vías
La montaña ha sido caprichosa, ella marcó el camino, nos invitó a seguir el más seguro.
El amanecer perfecto
El gran cono de deyección nos recibe con toda la nieve acumulada del invierno
Se hace intransitable esta primera parte, el calor hace estragos y no deja compactar la nieve.
Las cascadas van cayendo y la primavera va lavando su cara
Todo es caer y el agua se oye por el vientre de la montaña
Balcón privilegiado sobre las cimas cercanas; al fondo el puntal de la caldera
Cuando la montaña dice aquí estoy yo, hay que armarse de paciencia
Atrás dejamos las heridas que la primavera infringe al rey
El escenario y el palco de primera para otear juego de bolos y la helada laguna de la mosca
Por el corredor central
La belleza salvaje del corazón del Rey
Un desafío al tiempo
Por eso estamos aquí
Dejamos el corredor central y comenzamos la gran travesia hacia el espolón noreste, es la única foto, ya que hubo que asegurar todo el recorrido y poner los cinco sentidos.
Entrando en la este
Siete lagunas aún con su letargo invernal
Y por fin la cima,el sueño, el camino.
Y todo continúa , nada se detiene, no hay que pararse
Carpe Diem
Nunca desistas de tus sueños. Sigue las señales.
Editado 1 vez/veces. Última edición el 14/05/2013 01:36 por Fernando W..