Double Diamond en Kirkwood. Foto: AlebbaBcn |
Si el proyecto pasa el estudio de impacto ambiental, se podrán instalar de aquí al 2010. Hay que decir que Kirkwood es la única estación de California, que todavía hace funcionar sus remontes mediante generadores diesel. Ha sido multada varias veces por violar las normas de contaminación, por lo que de ser un lugar a no fijarse, puede pasar a ser un escaparate de energía verde.
Sus molinos eólicos no serán esos monstruos de mas de 100 metros que estamos acostumbrados a ver, sino de apenas 30 metros de altura, con aspas significativamente menores.
De tamaño mas pequeño, tendrán un diseño especial que hace que el rotor de las palas giren en la posición del viento, llegando incluso a estar sus aspas paralelas al suelo si el viento es lateral. Se llevan probando desde los años '70 (!!) en el África subsahariana, Arabia Saudita, Sudáfrica, India, Kenia y el desierto de Australia, y en lugares con vientos sostenidos de mas de 240 km/h como en Indonesia, Malasia y otras regiones insulares con frecuentes tifones. Este es un capítulo importante ya que en Kirkwood las tormentas pueden ir acompañadas de vendavales de 160km/h, "llegamos incluso a los 300 km/h en dos ocasiones este pasado invierno" afirma el CEO de la estación de esquí. Pero su pequeño tamaño también le permite trabajar con vientos flojos, al contrario que sus hermanos mayores.Por otra parte, trabaja además con otra empresa para instalar sistemas de energía a base de vapor procedente del calor, y por último también piensa en placas solares para cubrir unos 40.000 m2 de su aparcamiento. Estas dos últimas soluciones podrían ofrecer otro 20% de energía eléctrica. Todas estas soluciones permitirían tener que usar solo unos 40-50 días al año de generador diesel. Hasta ahora la única estación que ha montado un molino es la de Jiminy Peak Resort, en Massachussets, aunque su uso es residual.
Este paso es importante, puesto que las estaciones de esquí se pueden convertir en generadoras de su propia electricidad, e incluso revender la sobrante, pasando de clientes de las compañías eléctricas a competidoras.