Campaña corta
Para Andrés Pita, director comercial de Astún, la campaña que está terminando se ha caracterizado por ser "excepcionalmente corta", dado que no se abrió hasta mediados de diciembre y se ha clausurado a principios de abril, cuando lo normal es empezar antes y acabar algo más tarde. Por eso considera que este ejercicio ha sido simplemente "aceptable o normal". No obstante, reconoció que ha aumentado "bastante" el número de esquiadores, aunque recordó que la pasada temporada fue tan floja "que no sirve de punto de referencia".
Las estaciones de Valdelinares y Javalambre, en Teruel, cerraron un poco antes que el resto, el último fin de semana de marzo. Esta temporada las dos se han beneficiado de la abundancia de precipitaciones y de la terminación de la autovía Mudéjar, entre Zaragoza y Sagunto, que ha llevado a sus pistas a un número todavía mayor de esquiadores de la Comunidad Valenciana. "Esperamos que la próxima temporada, al estar acabado el tramo de Romanos a Calamocha, tendremos más visitantes zaragozanos", señaló Mario Gómez, director de ambos centros.
La mejora de las comunicaciones también está favoreciendo a las estaciones pirenaicas, donde han notado un incremento notable de esquiadores procedentes de la comunidad de Madrid, que se suman a sus clientes habituales del resto de Aragón, Navarra, País Vasco, Cataluña y La Rioja. Astún y Cerler han constatado este fenómeno, que no es incipiente, ya que se inició hace una década, aunque cada año que pasa va adquiriendo más fuerza.
Candanchú no cerrará sus pistas hasta el próximo fin de semana, siendo la última en clausurar la temporada blanca. La razón está en la abundancia de nieve, pues hubo precipitaciones copiosas durante la Semana Santa.
Candanchú, la decana de las estaciones de esquí, ha vivido una temporada "aceptable", en palabras de su director, Eduardo Roldán. "Si la comparamos con la campaña 2005-2006, diríamos que ha sido un poco más floja", agregó. Al igual que en el resto de centros de deportes de invierno de la comunidad aragonesa, el principal problema fue la ausencia de nieve en el macropuente de diciembre, "un lastre que se va arrastrando y que es irrecuperable", según Roldán.Candanchú afronta los meses venideros con un doble objetivo. Por un lado, "seguir adelante con las negociaciones para el ingreso en Aramón", y, por otro, "llevar a cabo un completo reciclaje de la estación, desde las pistas y la maquinaria a los remontes y demás instalaciones", aseguró su máximo responsable.
Satisfacción en Cerler
En cuanto a Cerler, fuentes del sector hostelero de Benasque subrayaron que la campaña recién acabada ha sido buena. "La última Semana Santa puede que haya sido la mejor de la historia", aseguró el propietario de un restaurante. La causa hay que buscarla en que cayó pronto y en que hubo nieve en abundancia. "Las pistas han estado toda la temporada con un grosor de nieve aceptable y, durante los meses de enero y febrero, salieron días muy soleados que animaron a mucha gente, sobre todo de Madrid, a venirse hasta aquí a disfrutar", añadió el hostelero.
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