Pero un buen día de 1.950, un saltador alemán llamado Erich Windisch, se dislocó el brazo y tuvo que hacer su salto con el brazo plegado, y ya que plegaba uno, también lo hizo con el otro. El resultado fue que saltó cual hombre-bala, obteniendo así una postura aerodinámica, que le permitió ganar con holgura el campeonato de Alemania en el que participaba. Rápidamente, el resto de competidores adoptó la postura de Eric.
Dentro del equipo olímpico alemán, iba a participar en los Juegos Olímpico de Oslo de 1952, pero esta vez, otro hombro dislocado, sí que evitó que pudiera competir. En 1956 se trasladó a los E.E.U.U., y en 1968 se hizo Ski Patrol en Vail, aunque anteriormente había trabajó en otras estaciones de esquí, como la de Arapahoe Bassin en New Mexico o la de Broadmoor en Colorado Springs.
En 1969 se trasladó a la escuela de esquí de vail, y la supervisó durante casi 30 años. Tal como recuerdan en la estación de esquí de Vail, wisch era un gran enamorado de las montañas, de la nieve y de la gente que la disfrutaba, motivo por el cual, estuvo en activo hasta hace unos años, concretamente hasta 1.994.