Esquiadores de África, Asia y Sudamérica se mostraron indignados por la medida introducida por la Federación Internacional de Esquí (FIS) para reducir el número de participantes en determinadas pruebas y evitar así que se conviertan en un interminable descenso de participantes sin prácticamente opciones al triunfo. “Esto significa el final para nosotros. Llegará el día en que ya no participen 62 países en un Mundial, sino sólo 20″, dijo hoy el presidente de la Federación de esquí de Senegal, Lamine Gueye, durante la clasificación para el slalom gigante.
Los 50 primeros del ranking mundial tienen asegurada su participación directamente en la carrera. En gigante, por ejemplo, 101 deportistas tuvieron que competir hoy en la clasificación. En slalom masculino, cuya “ronda previa” se disputará el jueves, hay 179 inscritos. “No existe ninguna modalidad deportiva en el mundo que permita el pase de un deportista a la final sin demostrar sus capacidad”, fundamentó la medida el Director de carrera de la FIS, Günter Hujara. También la televisión presiona para reducir los números, y los organizadores se quejan de problemas adicionales en la prepararación de las pistas.
El directivo senegalés sospecha sin embargo que no se trata de problemas organizativos, sino de intenciones políticas. “Si la FIS desea que las pequeñas naciones acudan a un Mundial debe comportarse de manera adecuada y no utilizarlas solamente para jactarse ante el COI de tener tantos países miembros”, argumenta.
Hujara responde: “Si no los quisiéramos tener aquí no habríamos organizado la clasificación en el entorno del Mundial, sino en otro lugar y tres semanas antes de la competición”.
Gueye se lamentó que la ya de por sí difícil búsqueda de patrocinadores para “esquiadores exóticos” sería mucho más difícil sin participación en los grandes campeonatos como un Mundial. “Cuando hablo con mi ministro de Deportes, lo primero que me pregunta es: ‘¿Dónde estuviste tú en el Mundial?’”.
En señal de protesta, el dirigente de 46 años retiró al único participante de Senegal, Leyti Seckm, lo que significó renunciar a los 10 mil francos suizos (8 mil dólares) que la FIS abona por cada corredor.
Las reclamaciones más fuertes llegan de los países pequeños en el mundo del esquí, pero también algunos esquiadores de países “fuertes” los apoyan. “El deporte no puede ser exclusivo, sino que está ahí para todos”, dijo el ex campeón mundial Ivica Kostelic. El croata tuvo que disputar la clasificación de gigante y fue descalificado por una irregularidad en su material.
Otros, como el alemán Felix Neureuther, están a favor de una clasificación, aunque sea con argumentos paternalistas: “En un Mundial el deporte está al más alto nivel, Y por tanto los ‘exóticos’ no deberían descender y quizás fracturarse un pie”.