Hace semanas que se lleva hablando de la posibilidad de un calentamiento estratosférico, pero en los últimos días los modelos iban consolidándolo cada vez más. Ayer viernes este fenómeno se confirmó según la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), esperando que comience este próximo martes, aunque sus efectos más notables serán hacia el jueves.
Este fenómeno, del que se sabía que podía ocurrir desde el pasado mes de enero, se traduce en una inversión de los vientos zonales del oeste que soplan en torno al polo norte, explica Víctor González, experto de Meteored. Este vórtice se ha desplazado sobre Europa y en su lugar se ha desarrollado una corriente opuesta, con vientos del este, sobre el ártico.
Por el momento, este cambio no tiene ninguna influencia directa en la troposfera, que es la capa donde ocurren los fenómenos meteorológicos, y solo afecta a las masas de aire que se mueven por encima de los 30 km de altura. Sin embargo, las previsiones apuntan que en los próximos días se irá propagando a capas cada vez más bajas, por lo que sí podría influir en el tiempo.
Tal y como explican desde Meteored, un calentamiento súbito estratosférico es
"una anomalía positiva de temperatura que se desarrolla rápidamente en la estratosfera, llegando a calentarse más de 50 °C en 2 o 3 días, y que altera significativamente la circulación de vientos de la misma".
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) agrega que, como consecuencia de ello,
"puede producirse un desplazamiento hacia el ecuador de la corriente en chorro polar troposférica, asociado habitualmente a inviernos fríos en el hemisferio norte".
Respecto a si este fenómeno tendrá consecuencias en la troposfera y, por tanto, en latitudes más bajas como la superficie terrestre, la previsión para las próximas semanas no descarta que las masas de aire frío se alejen del ártico y aparezcan en nuestras latitudes, por lo que también traería borrascas que a partir de cotas medias serían en forma de nieve, una situación que será muy biennvenida en las estaciones de esquí de nuestro país para acabar el mes de febrero y afrontar el de marzo en las mejores condiciones.
De hecho, los modelos están empezando a ver cambios en la situación meteorológica a escala sinóptica de cara a finales de febrero. En principio, un importante anticiclón de bloqueo situado al oeste de Europa acercaría hacia la Península bajas presiones.
Pese a que se trata de una previsión a largo plazo, la escasa dispersión que hay al respecto en los modelos es evidente y cada vez parece más claro que a partir del próximo 23 o 24 de febrero se producirá un cambio importante en nuestro entorno.
Una situación que Joseba, meteórologo en nevasport, también espera según explica en su última previsión:
Y a partir del Miércoles y de cara a los proximos dias empiezan las dudas de los modelos, aunque todos coinciden en que la tendencia es a más inestabilidad y frío aunque cada uno lo modeliza de manera diferente.