Aunque hoy en día la palabra mueble va casi asociada a Suecia (en España a Valencia), hubo una época en que Suiza también tenía una potente industria maderera. En este país alpino se patentó por ejemplo la primera silla giratoria. Fabricada en los años '20 por Albert Stoll & Co, fue bautizada como Giroflex. Hoy esta empresa pertenece a un conglomerado noruego.
Novopan Ag y Keller & Co. AG son otros ejemplos para ver como estos fabricantes suizos empezaron especializándose en algo. La primera de ellas inventó los tableros conglomerados y la segunda era especialista en cajas de puros.
La mayoría de estas empresas cayeron en los años '70 con la primera gran crisis del petroleo que vivió el mundo en 1973 cuando los países árabes sancionaron a los países que habían apoyado la guerra de Israel contra Siria y Egipto.
Luego hubo una segunda tanda. Weibel Möbel y ZKD Büromöbel AG quebraron en 2015; Giroflex fue vendida en 2017 y Klingnau AG cerró en 2019.
Otra crisis energética, la que estamos viviendo ahora, se está llevando por delante a prácticamente el resto de empresas madereras de Suiza que quedaban en pie o al menos en manos de los propios suizos.
El fabricante preferido de las marcas de esquís
Una de ellas es Hess & Co AG, especializada en núcleos de madera para fabricar esquís. La empresa, que llegó a tener al corredor de Copa del Mundo de esquí alpino, el suizo Beat Feuz entre su plantilla de desarrolladores, anunció hace unas semanas que en febrero de 2023 apagarán definitivamente las calderas tras más de 93 años en activo porque los precios de la electricidad se han vuelto inasumibles.
Un gran número de fabricantes europeos de esquís compraban parte de sus tableros de madera a Hess & Co AG. Marcas como Atomic, Head o Stöckli confiaban en el que ha sido el líder mundial de este producto. Prácticamente todas excepto Fischer o K2 que se los hacen ellos mismos.
El apogeo de Hess & Co fue en los '90, cuando llegó a tener una plantilla de 150 personas y era el proveedor del 70% del mercado mundial de núcleos de madera para esquís. Rudolf Hess, actual propietario de la empresa argumentaba que
"En aquel entonces se vendían 7,5 millones de pares de esquís en todo el mundo. Hoy son 3,3 millones. Además, las necesidades han cambiado. Los esquís se han vuelto más anchos. El freestyle está de moda, el freeride también. Aquí no se utilizan núcleos de madera contrachapada laminada, sino núcleos de madera maciza. Porque es más fácil. Pero hay dos competidores eslovenos a los que no podemos seguir. Son más baratos.
El negocio es ahora más fácil de hacer pero eso abarata costes y lo hace muy difícil al mismo tiempo."
Desde Hess & Co esperaban que el negocio del esquí despegara con los Juegos Olímpicos de Pekin 2022 y el auge de este tipo de turismo en aquel país, pero la crisis energética ha acabado de dar la puntilla a unos márgenes cada vez más estrechos.
La empresa había tratado de diversificarse, pero la competencia de precios asiática o de países del antiguo bloque de este, tampoco permitió moverse mucho más. Por ejemplo, el 30% de su negocio se basaba actualmente en los respaldos para los asientos de madera de los trenes suizos Stadler. Pero con eso no se mantiene la empresa...
Madera suiza para una marca suiza.
Stöckli era la única marca que podía decir que fabricaba un producto 100% nacional. Ahora tendrá que buscar la madera en otro proveedor, que será de Austria. ¿Acaso importará esto al cliente final? Probablemente la mayoría ni sabía este dato y lo que sí busca es un buen rendimiento, fiabilidad, y por que no, una buena serigrafia.
De todas maneras los fabricantes de esquís usan cada vez más, tipos distintos de maderas. Por eso de Hess & Co AG llegaba aproximadamente un 40%. Un porcentaje que puede parecer pequeño, pero que para Stöckli ha sido prácticamente imposible cubrirlo con proveedores suizos.
Los troncos son convertidos en núcleos de madera para esquís en la fábrica Hess & Co en Suiza