La primera borrasca del otoño ha dejado nevadas generales en todo el Pirineo. En algunos puntos la cota ha llegado a bajar a los tan solo 1.700 metros, como es el caso de la Val d'Aran o Andorra.
En la Cerdanya la cota se ha situado algo más arriba, a partir de los 2.100 metros, pero las imágenes que ha dejado parece que la nevada ha caido con ganas. Las temperaturas también han bajado notablemente registrando los primeros valores negativos del otoño.
En el Niu de l'Àliga la nevada ha sido algo más que anecdótica y ha pasado de un simple blanqueo de las montañas, a unos grosores que en la cota 2.536 metros de este refugio la imagen era completamente blanca.
También en la zona de Masella la nevada ha dejado buenos grosores en pistas, como se puede ver en estas imágenes enviadas hoy por la propia estación de esquí.
Nevada de otoño en las pistas de esquí de Masella
A partir de ahora la meteorología comienza unos días de estabilidad con la entrada de un anticiclón. Parece que no será muy consitstente en el tiempo y que tras un 'veranillo de San Martín' con retraso, volverá a bajar de nuevo las temperaturas y nuevas precipitaciones.
Una situación que siempre ayuda a que se empapen las montañas para que con la bajada de las temperaturas se enfríe el suelo y ayude a mantener mejor la nieve que caiga más adelante.