Tomando el primer remonte desde tan solo los 195 metros de altura, sin duda estamos ante una de las estaciones de esquí más bajas del planeta, probablemente superada por alguna en Finlandia. Cerro Castor ha abierto este fin de semana sus primeras pistas para esquiar.
Porque desde hace unos días ya tenía en marcha algunas instalaciones, como una pista de hielo y un punto de restauración. Las nevadas que han ido cayendo estos días, junto al refuerzo de la producción de nieve que ha realizado la propia estación, permite acoger a los primeros esquiadores.
La estación de esquí de Cerro Castor está realmente muy abajo en el planeta. Para llegar allí se ha de tomar un largo vuelo de más de 3 horas y media desde Buenos Aires que te deja en el aeropuerto de Ushuaia y de alli una cómoda carretera asfaltada te lleva al complejo invernal en otros 20 minutos.
Su cliente es sobre todo esquiadores de Buenos Aires y de Brasil, que buscan poder disfrutar de un paisaje y una nieve únicas por las condiciones climáticas de la zona.
Pero también es la sede de muchos equipos y selecciones de esquí nacionales. De hecho los corredores de la RFEDI suelen hacer stages de pretemporada en Cerro Castor.
Abierta por primera vez en 1999 directamente con tres telesillas de cuatro plazas y un telesquí, ha ido creciendo a lo largo de estos años, añadiendo más remontes hasta los 12 con los que cuenta hoy en día, y ampliando sus pistas desde las 15 con las que contaba hace 23 años, a las 35 de este 2022.
Una de estas pistas es totalmente nueva y está orientada a esquiadores de gran nivel, ya que está clasificada como negra. Tiene una longitud de 1.800 metros y cuenta con su telesquí, tambien de reciente instalación.
Cerro Castor es la estación de esquí más austral del planeta