En lugar de estar comenzando a desmontar las instalaciones de esquí alpino, las estaciones francesas están inmersas en sus balances económicos de temporada. Se trata de saber cuanto han perdido y saber cuanto van a poder recuperar de la regalía de euros que el Gobierno de su país se comprometió hace unos días a repartir entre estas empresas para compensar la parada de remontes obligatoria dictada en el mes de noviembre.
No se va a cubrir ni mucho menos lo que se ha perdido, pero menos es nada. Y es que en Les Angles, unas primeras estimaciones cifran en varios millones de euros lo que se ha dejado de ingresar en una temporada que esperan poder olvidar.
No están mucho mejor en los comercios del pie de pista. El único centro invernal de los Pirineos que está totalmente integrado entre las calles del pueblo, tiene un buen número de comerciantes que dependen de los turistas para hacer caja. Las tiendas de alquiler por ejemplo, han tenido que dedicarse a los trineos y el esquí de fondo. Pero como comenta más de alguno de estos empresarios, se trata de actividades de un día, "la gente prueba y se vuelve a casa, mientras que unos esquís de alpino se pueden contratar por varios días".
El alcalde de la localidad y presidente de Neiges Catalanes, Michel Poudade, asegura que las actividades que se han podido ofertar este invierno, no permiten mantener a las cerca de 50 tiendas que viven de Les Angles. Algunas tiendas han perdido el 70% de sus ingresos habituales.
Del lado de la estación de Font-Romeu Pyrénées 2000, también acusan el golpe. Gracias a los clientes franceses y españoles, la asistencia se mantuvo durante las vacaciones de Navidad y febrero, pero el número de pernoctaciones descendió un 30%.
"Esta temporada dejará marcas, eso seguro", lamenta Jacques Alvarez, subdirector de la estación de esqui. Al igual que en Les Angles, los clientes se han pasado al trineo, las raquetas de nieve y el esquí de fondo. Pero estas actividades de ocio no han permitido llenar la caja registradora: han perdido 10 millones de euros de facturación y han decidido cerrar su zona nórdica tres semanas antes de lo habitual,
Jacques Alvarez, subdirector de la estación Font Romeu - Pyrénées 2000 , espera ahora con impaciencia las ayudas estatales para poder recuperarse.