Pero para que todo esto funcione mejor, y para que se pueda afrontar una temporada de esquí con seguridad, varias empresas han desarrollado diferentes tecnologías y métodos para facilitar el trabajo a las estaciones y sus trabajadores. Nos tendremos que acostumbrar a una nueva figura en los remontes: el controlador de directrices. Pero también a una serie de novedades, algunas de ellas deberían haberse instaurado hace tiempo y el coronavirus permitirá dar ese impulso que faltaba, como es la digitalización de todos los procesos de compra.
Otras tecnologías puede que las veamos esta temporada y acaben desapareciendo en cuanto se solucione el tema del coronavirus. Lo que está claro es que el hombre tiene una gran capacidad para adaptarse a las circunstancias, y nada va a parar que podamos seguir disfrutando de alguna manera de todo aquello que más nos gusta. La tecnología nos ayudará a eso.
Mientras que en los telesillas viajamos al aire y totalmente protegidos por máscara, casco y guantes y por tanto sería muy complicado contagiarse en ese momento, los telecabinas si son espacios cerrados donde además la gente aprovecha para quitarse los complementos y dejar airear un poco el pelo y refrescar las manos en días de temperaturas más suaves de lo habitual.
Por tanto este remonte va a ser el que más atención va a tener en el control de accesos. En España en general no se van a ver restricciones. No las hay en el metro o en el bus, tampoco debería haberla en un remonte. Si se pedirá que se viaje con la mascarilla y a poder ser con personas que conozcas.
Pero en muchas estaciones de los Alpes además van a hacer un proceso de desinfección pasivo. Es decir, que además de la limpieza a mano que regularmente hará el personal (como veremos en España), se van a instalar una serie de tecnologías como luces ultravioletas para matar el virus también durante el trayecto.
Investigadores del MCI Management Center Innsbruck junto al fabricante de iluminación Planlicht, han creado unas lámparas para eliminar al COVID en las cabinas. Se ha desarrollado una consola de luz LED móvil llamada "seTUBE Gondola", que elimina por completo los gérmenes y microorganismos como virus, bacterias u hongos de las superficies de los teleféricos. La consola funciona con baterías y genera radiación con una longitud de onda de 275 nanómetros y es particularmente de alta energía.
Como este tipo de luz es tan dañina para los virus y microorganismos como para le ser humano, un sensor detecta si hay gente para encenderse. Según los desarrolladores,
La misma empresa ha desarrollado a partir del seTUBE Gondola, otros sistemas para por ejemplo desinfectar forfaits manos libres o tarjetas de hotel, llamado "seCube Card". O incluso objetos cotidianos como máscaras, cascos o gafas de esquí con una lámpara de mesa con protección UV bautizada como “seTube Mini”.
Los empleados de las estaciones de esquí van a tener que someterse a controles muy periódicos para controlar que no se hayan contagiado con el COVID. La empresa de tecnología Skidata y el laboratorio de pruebas Novogenia de Salzburgo, han desarrollado junto a la Asociación de Teleféricos de Austria un sistema para que los empleados puedan identificarse fácilmente sin tener que completar un formulario cada vez.
Para ello han creado la tarjeta de empleado “KeyCard” a prueba de falsificaciones, que utilizará el personal para obtener acceso a los sistemas de control de coronavirus.
Las tres entidades, Skidata, laboratorio y asociación, lo anunciaron la semana pasada como algo novedoso. Sorprende que algo así no estuviera ya implantado entre el personal para que accedieran a las instalaciones con su tarjeta identificativa.
Según se informó, la novedad de esta tarjeta es que tiene un chip con un código RFID para identificación mediante ondas de radio. Con la ayuda de estos números, los resultados de la prueba se pueden asignar de manera fiable. Los códigos son leídos por un dispositivo de registro de muestra instalado en la entrada del sistema. La muestra se extrae y se envía al laboratorio, los datos se cifran y se transmiten a través de la red móvil. Los resultados están disponibles después de 24 horas como máximo. Si una prueba es positiva, se notifica automáticamente al responsable.
Feratel y Swarm Analytics han desarrollado un sistema de control de acceso basado en video llamado "ferSwarm" para que los usuarios de las estaciones de esquí, los remontes o filas de cajas de cobro se mantengan a una distancia suficiente entre sí. El sistema es capaz de registrar el número de personas en tiempo real. Si hay demasiadas personas en un punto, una pantalla en la entrada muestra "Stop". La evaluación se realiza de acuerdo con la normativa de protección de datos.
En algunas estaciones como Ischgl, este sistema será capaz de controlar la temperatura a tiempo real. Algo que ya vimos en China ya en primavera, donde el personal de centros de actividades de ocio detectaban posibles positivos con unas gafas capaces de evaluar a decenas de personas por minuto.
Y si hay un producto que va a ser la estrella del invierno este será sin duda alguna la máscara protectora con la que podamos esquiar y mantenernos alejados del coronavirus. Muchas marcas ya tienen su maquinaria de producción funcionando al máximo para tenerlas listas para la temporada de esquí.
No hace falta hablar de una marca en concreto porque son decenas las que se han apuntado a este nuevo mercado. Desde las que ya hacían para proteger a los ciclistas del polen o la contaminación en las ciudades, a las tradicionales de ropa técnica de invierno, que verán aquí un buen complemento para hacer caja. Todas ellas deberán competir también con las que venderán o regalarán en casi todos los casos, las propias estaciones de esquí. En España también son varios los complejos invernales que trabajan para entregarlas a sus clientes.
Excepto las que te van a regalar, que serán más sencillas, muchas está realizadas con polipropileno termoplástico, fibras de poliamida sintéticas resistentes y elastano. Algunas empresas han desarrollado tecnología textil propia con propiedades antivirales y antibacterianas. Los tubulares convencionales, los pasamontañas y las bufandas no cumplen estos requisitos.