Es el caso de las estaciones de esquí. Nuestras estaciones ya han ido lanzando algunas pinceladas. También Atudem, la asociación que engloba a las empresas que gestionan remontes y pistas españolas. Y fuera de nuestras fronteras se ha hecho lo mismo. Francia, Austria y esta semana Italia. Allí ya tienen su propia guía de buenas prácticas.
Podemos ver que a estas alturas unos países se han ido fijando en los otros y prácticamente han ido calcando los protocolos. Pero siempre hay directrices que sorprenden en algunos casos. En el caso de los italianos ha sido la obligación de mantenerse calladito durante todo el trayecto dentro de un telecabina o teleférico.
Ha sido la Anef-Veneto, la sección de empresas que gestionan remontes en esta región del noreste de Italia, y de momento no parece que se haya hecho extensible al resto del país. Aseguran que para hablar mucha gente se quita la mascarilla y que el efecto aerosol dentro de un espacio tan cerrado como un remonte de este tipo, podría provocar el contagio del COVID.
¿Quién controlará a los pasajeros? Pues nadie, Pero advertidos quedan del peligro que puede resultar.
Próximamente la Anef-Trentino también publicará su guía de buenas prácticas para esquiar en la era COVID.
En general buena parte de las medidas propuestas por el resto de regiones ya son conocidas, y en primer lugar contemplan la venta online de forfaits para los remontes, así como la posibilidad de adquirirlas directamente en el hotel, que ya se hace desde hace años en muchos destinos. Esto debería ayudar a que las colas sean más rápidas y haya mayor fluidez de esquiadores.
En cuanto al distanciamiento, siempre se debe mantener, por lo que las cabinas y teleféricos tendrán una capacidad reducida al 80%, mientras que los telesillas tendrán plena capacidad. La mascarilla es obligatoria solo en las colas de los remontes.
Además de todo esto, en Trentino y Alto Adige están trabajando en una App que permita saber al esquiador en que remontes hay más gente y de esta manera buscar otro con menos aglomeración. Es algo que ya se hace en algunas estaciones e incluso hay la tecnología para hacerlo, pero no se acaba de implantar del todo. Quizás el COVID después de todo nos va a fastidiar esta temporada, pero parece que de todo esto saldrá algo bueno, con estaciones más modernizadas y puede que hasta menos colas.