Se trata de la pista Hubber, nombrada así en honor de uno de los impulsores de este complejo invernal situado en la isla sur del país ayudando a encontrar los trazados más idóneos para extender las pistas y a quien encontró la mejor ruta de acceso hasta la base de la estación de esquí.
Willi Hubber sirvió como voluntario en la Waffen SS alemanas. Se trata de una de las secciones del ejército nazi más temidas. Originalmente eran una especia de cuerpo especial para la protección del partido Nazi, y los guardaespaldas de Hitler pertenecían a este cuerpo de élite. La mayoría eran desempleados que se apuntaron voluntariamente tras el término de la Primera Guerra Mundial, mientras sus integrantes fueron creciendo en número hasta más de 900.000 hombres. 350.000 de ellos murieron en combate, y el resto fueron juzgados en Nüremberg por crímenes de guerra y las atrocidades cometidas. De hecho eran los encargados de transportar a los prisioneros a los campos de trabajo y exterminio.
Cuando una división de las Waffen SS llegaba a un pueblo recién conquistado, las posibilidades de que sus habitantes saliesen indemnes eran remotas. En Nuremberg la sección entera fue declarada como "Organización Criminal", pero los soldados rasos fueron absueltos ya que al final de la guerra muchos de ellos fueron forzados a alistarse.
De esta manera se salvaron también los que se habían apuntado como voluntarios y participaron activamente en las atrocidades cometidas años atrás, como es el caso de Willi Hubber, que tras su puesta en libertad, se fue a Nueva Zelanda, donde le dio rienda suelta a su pasión por el esquí y montó varios negocios en Mt. Hutt, donde en los '70 se construyó el centro invernal. En su juventud, había sido guía de montaña en los Alpes de su Austria natal.
Hubber fue recompensado por su valentía, ganando la Cruz de Hierro (primera clase) durante la que es considerada la batalla de tanques más grande de la historia, en la que se enfrentaron rusos y nazis en Kursk, con victoria soviética.
Acabada la guerra y tras pasar 16 meses en prisión, volvió a los Alpes, donde Huber trabajó como guía de montaña e instructor de esquí. Allí conoció a un médico inglés que había estudiado en Otego (Nueva Zelanda) y le convenció para irse a este país del hemisferio sur asegurándole que le encantaría. También que debería escalar el Mt. Cook. Una vez allí, pidió un permiso de trabajo y tras varios meses empleado en diferentes sitios, fue a aquella montaña de donde no se movió más.
No hay documentos que prueben que Willi Hubber participó activamente en las atrocidades cometidas por las Wafen US, pero tampoco espera nadie que alguien vaya apuntando las tropelías y carnicerías que va realizando en su avance durante la guerra. Pero sí se sabe que se alistó voluntario con tan solo 17 años, a una de las secciones más sangrientas del ejército Nazi. Por eso diferentes entidades han pedido ahora que este hombre ha fallecido, que se cambie el nombre de la pista en su honor.
Una petición firmada por más de 2.000 personas por el momento, pide a Mt Hutt que elimine el nombre y la placa de Huber de la pista de esquí. La empresa responsable de las pistas de esquí parece resistirse. A principios de esta semana, el gerente del área de esquí de Mt Hutt, James McKenzie, dijo a The Press que Huber fue reconocido en la montaña por su participación "significativa" en la fundación de la zona de esquí,
"Lo reconocemos como una figura importante en nuestra historia. Entendemos las opiniones de las personas que han firmado la petición. Sin embargo, no podemos cambiar el hecho de que Willi Huber fue parte integral del inicio de Mt Hutt".
En 2017, Huber apareció en el programa dominical de TVNZ, Father of the Mountain. Allí aseguró que no estaba al tanto de los campos de concentración nazis hasta el "final amargo". "Todos estuvimos de acuerdo en que estaba mal".Pero es una locura pensar que Huber no hubiera sabido ni visto lo que las SS infligieron a los civiles durante la guerra, teniendo en cuenta que estaba precisamente en una de las unidades del ejército encargadas de transportar humanos a campos de exterminio.