La capital rusa inauguró su telecabina en noviembre de 2018. Tenía que ser un atractivo turístico para el Mundial de Fútbol que el país organizó aquel año, pero continuos retrasos impidió ponerlo en marcha a tiempo ese verano. Además se espera que sea un dinamizador de la montaña de Sparrow Hillls, (Vorobyovy Gory en ruso, Colina de los Gorriones en español) donde hay instalaciones deportivas y de ocio, entre ellas algunas pistas de esquí donde el año pasado se llegó a organizar incluso carreras FIS y pruebas del Mundial de Snowboard 2019.
Vorobyovy Gory fue en su momento el principal complejo turístico de deportes de invierno de Moscú. Y eso en un país donde durante décadas el esquí se veía como algo del capitalismo que no comulgaba con las ideas comunistas de la época soviética. Aún así, se llegaron a desarrollar algunos pequeños centros en la colinas de la ciudad que tras la caída del muro de Berlín fueron quedando en desuso.
No obstante hoy el esquí es una prioridad para el Gobierno de Putin, que busca dinamizar económicamente zonas y regiones de montaña sin recursos para generar empleo. Se están desarrollando muchas grandes estaciones en el Cáucaso, y en repúblicas antes rebeldes como Chechenia, donde además de imponentes mezquitas, también se ha empezado a construir algún complejo invernal como el de Veduchi, donde además cuentan desde hace unos meses con la pista de esquí seco más larga del mundo, de manera que se puede esquiar tanto en invierno como en verano.
Pero el Gobierno sabe que para alimentar todas esas nuevas estaciones de esquí será complicado contar con el turismo extranjero, a excepción del que pueda llegar de los países centroasiáticos. Con las estaciones de los Alpes lanzando una ofensiva a por el turista chino, indio y hasta ruso, los complejos invernales del Cáucaso deberán depender de los propios rusos. Por suerte no son poco. Con una población de más de 144 millones de habitantes, ¡deberían salir muchos esquiadores!
Moscú y su área metropolitana, con una población de más de 12 millones de habitantes, es un buen sitio para conseguir nuevos adeptos al polvo blanco. Por eso desde hace unos años se están mejorando todas esas colinas cercanas a la ciudad con instalaciones para el esquí. Son pequeños centros, cuya misión ahora es crear espacios para poder dar clases y para ellos además han de ser accesibles fácilmente en transporte público. A la mayoría de ellos se llega en metro, como es el caso de Sparrow Hills, a donde para llegar solo hay que coger la Linea 1 (roja) y bajarse en la estación de Vorobyovy Gory. Desde allí el nuevo telecabina dejará a turistas y esquiadores directamente en lo alto de la 'Colina de los Gorriones'.
El telecabina fue encargado al constructor suizo Bartholet, uno de los pocos que quedan fuera de la órbita de los dos grandes constructores de remontes. El diseño de las cabinas, obra del estudio Porsche Design, entregó, igual que en otras ocasiones que colaboró con esta empresa, un trabajo cuya belleza salta a la vista rápidamente.
Lineas curvas, materiales trabajados y mucha luz, hacen de cada una de estas cabinas todo un objeto de deseo donde la experiencia comienza en cuanto empieza el viaje por cable. La longitud es apenas de 707 metros y salva tan solo un desnivel de 60 metros, pero es suficiente para salir del corazón de Moscú junto al Estadio Olímpico "Luschniki", cruzar el río Moscova y tras una segunda parada llamada New League, volar en un viaje total de 7 minutos hasta una de las azoteas de la ciudad, el Sparrow Hillls, donde entre otras instalaciones encontramos pistas de esquí y un snowpark para los días de invierno.
Se venden dos tipos de billetes. Uno es el peatonal, que lleva a los turistas desde el estadio a lo alto de la colina. La otra es la "ruta deportiva" que permite volver a coger el remonte en la estación intermedia todas las veces que se desee para volver a subir hasta la cota más alta en Sparrow Hills. En esta zona intermedia al telecabina se le unen 10 sillas, de manera que se convierte en un telemix. Y en esa parada de New League hay una tienda de alquiler de material de esquí y snowboard. En verano las sillas vienen con soporte para bicicletas.
Las 35 cabinas vienen con un sistema multimedia que incluye altavoces y pantalla de video, iluminación interior, wi-fi, reproductor de música a la carta y cargador de móviles. A lo largo del viaje una audio-guía en cuatro idiomas (ruso, inglés, alemán y chino) muestran el entorno a los interesados. La ventanas son panorámicas y parte de ellas se abren hacia afuera y hacia adentro para buscar siempre una mejor ventilación en días más calurosos. La entrada también es más ancha de lo habitual, 830 mm, para facilitar la entrada de carritos de bebés o sillas de ruedas.
Para los que buscan una experiencia todavía más top, existen dos cabinas VIP. En lugar de 8 asientos, tienen 4 butacas recubiertas de piel de cuero blanco. Una nevera permite guardar un par de botellas de champagne y cuatro copas. Esta oferta va dirigida a empresas que quieren ofrecer una experiencia distinta a su cliente, a parejas de recién casados, o por que no, a todo aquel que se quiera pegar un homenaje sobrevolando el río Moscova.
Los niños y deportistas federados pueden acceder gratuitamente.
No fue hasta 1953 que se construyó el primer telesilla y se desarrolló un verdadero centro de deportes de invierno en la colina, con un trampolín de saltos como principal protagonista. Se bautizó como Lenin Hills, nombre que se mantuvo hasta 1999. Desde 1964 se celebraron muchas competiciones internacionales, hasta que en 1990 problemas de organización asociados a una mala conservación de la instalación hizo caer en desuso el trampolín. Aún así ha seguido siendo un importante centro de entrenamiento para saltadores. En 2012 un devastador incendio acabó por dejar inservible la infraestructura.
En 2016 comenzaron los trabajos de modernización y conversión en el parque de ocio Vorobyovy Gory. El trampolín de saltos K72 fue desmontado y se han construido pistas de esquí, un snowpark y dos saltos para juniors. Además tiene una de las escuelas de deportes de invierno más importantes de Moscú desde donde cada invierno se enseñan a miles de potenciales nuevos esquiadores o snowboarders.
Hay otras pequeñas estaciones de esquí en Moscú, como Novoperedelkino,o Krylatskoye. Muchas de ellas son totalmente artificiales. Son colinas que se han levantado con tierra de escombros y se han ido elevando metro a metro. Con la llegada del invierno se cubre de nieve, ya sea natural, o cada vez más con cañones. Tienen apenas dos o tres pistas de 250 metros de longitud, y se abren también por la noche con iluminación.
Algo más allá existen otras como Volen Park con 13 pistas de esquí. A 5 km está su vecina Stepanovo, con una decena de pistas y un telesilla. A casi todos se puede acceder en transporte público, aunque sus forfaits o alquiler de material suelen ser bastante caros con respecto a las estaciones situadas en el Cáucaso.