La realidad es que el esquiador catalán es el más numeroso de España. Nutre no solo las estaciones de su propio Pirineo, sino que significa un porcentaje importante del de Andorra, y cada vez más en Les Neiges Catalanes. En Aragón no quieren quedarse atrás y piden parte del 'pastís català'.
Y un 10% de los forfaits de temporada de Aramón son de esquiadores residentes en Catalunya. En el caso de los esquiadores de Lleida, que algunos tengan este abono teniendo tantas estaciones en su propia provincia se puede deber a dos razones: que no les acabe de convencer sus complejos invernales por alguna razón; o que gracias a la autovía de Lleida y Huesca tardan lo mismo en llegar a Cerler que a las estaciones de esquí del Pallars o la Val d'Aran.
El proyecto de ampliación de Cerler que busca hacer crecer a la estación de los 77 km actuales a entre 100 y 110 km extendiendo remontes hacia el pequeño núcleo de Fonchanina, hará que este complejo invernal se quede a apenas 20 km del límite con territorio catalán. Curiosamente el trayecto apenas se acorta en unos 10km y 10 minutos menos respecto al camino que se debería hacer hasta Cerler. E irónicamente Pont de Suert, que no llegó a aprovecharse del todo del esquí en Boí Taull, podrá soñar con sí hacerlo del de Cerler ya que quedará a 15 minutos, la mitad de lo que se tarda actualmente desde Boí (31 minutos), y lo mismo que se tarda de Baqueira a Vielha (16 minutos).
Por tanto un esquiador de Lleida que tarda dos horas y cuarto en llegar a Cerler, tardaría 10 minutos menos si decide acceder a las pistas de esquí mediante el remonte de Fonchanina y Castanesa. Es el mismo caso para el que llegue desde Barcelona, a quien el trayecto se le acorta solo 10 minutos dependiendo de si va hasta Benasque o decide entrar por la nueva ampliación
Con todo, el progreso, aunque lento pero constante, de la A-23 que va desde Huesca a Jaca y luego continua hasta Navarra, hará que los tiempos se acorten aún más. Hace unas semanas se acabaron por fin las obras para convertir el Puerto de Monrepós en autovía. 3,3 kilómetros que faltaban por desdoblar entre el Congosto del Isuela y Arguis de los 27 km con los que cuenta este tramo de la vía para el que se que se han tenido que construir 8 túneles y 12 viaductos.
Con la apertura de este tramo, entre Huesca y Jaca, se han puesto en servicio 51,5 kilómetros divididos en ocho tramos conectados la mayoría de ellos, pero hay otros cuatro que suman 28,6 kilómetros donde todavía no han comenzado las obras y provoca que se tenga que reducir la velocidad y algunas retenciones. No obstante la variante de Sabiñánigo ya está adjudicada y se espera que si no han comenzado las obras ya, que lo hagan estas a lo largo de estas semanas. Cuando todo esté acabado el recorrido Barcelona-Formigal se podría quedar en tan solo 3 horas, algo más corto que llegar a Baqueira Beret.
No se espera salvo sorpresa mayúscula, que se pueda hacer el recorrido consecutivo desde Huesca a Jaca antes de cinco años, pero cada tramo que se inaugura es un punto más que las estaciones de Formigal y Panticosa se acercan a Catalunya.
Cuando las obras de autovía y ampliación culminen, para lo cual queda un mínimo de cinco años en ambos casos, las tres estaciones de Aramón en Huesca quedarán más accesibles y algo más cerca en tiempo, pero mientras en Catalunya no hagan una inversión similar en vías de comunicación para vertebrar su Pirineo, los complejos invernales de Huesca y los de Lleida quedarán igual de cerca en tiempo a los esquiadores catalanes, creando una nueva competencia entre dos de las mayores empresas de estaciones de esquí en nuestro país, que además están demostrando una gran tenacidad en inversión, comunicación y captación de esquiadores: Aramón y Grup FGC.