La nevada, que no deja de ser de una intensidad anecdótica, ha caído a partir de la cota 2.000, donde se ha ido alternando con momentos de precipitación líquida. No obstante, parece que durante unos días más, las bajas temperaturas se van a quedar alcanzando los registros negativos en algunas zonas de Andorra, especialmente en los Valls del Nord y las zonas más altas del Pas de la Casa.
Aunque la borrasca se irá desplazando al sur de la península, las previsiones es que vuelva de nuevo a subir a final de semana. Aunque las temperturas ya habrán subido ligeramente, las llluvias que vuelvan a caer siempre serán bienvenidas tanto para empapar el suelo, como para acabar de llenar los embalses para la nieve artificial de la temporada de esquí.