Desde que la temporada 2012-13, cuando Grandvalira acogió por primera vez una prueba de la
Copa del Mundo FIS, los días de esquí vendidos procedentes del mercado internacional han incrementado
un 35%. De manera paralela, durante estos siete años también ha aumentado hasta un 50% la
facturación procedente del gasto que hace este grupo de visitantes al dominio esquiable de los valles de Oriente. Unos datos que, a pesar de sólo tienen en cuenta aquellos forfaits vendidos a través de agencias o turoperadores, explican el crecimiento que ha sufrido los últimos años la estación en número de visitantes.
Estos datos dibujan una tendencia al alza en esquiadores procedentes de países como
Holanda, Bélgica, Polonia, los países nórdicos, Rusia o incluso Israel, mientras que se mantienen mercados internacionales ya consolidados como
Francia e Inglaterra. El mercado
español por su parte, sigue representando todavía un poco más de la mitad de los visitantes que esquían en las pistas de Grandvalira, pero la diferencia cada vez se acorta más. El director general de Grandvalira, Alfonso Torreño, calificó de
"crucial" este cambio de paradigma para explicar el crecimiento que ha sufrido la estación los últimos años,
"Los segmentos de mercado que más han crecido son aquellas que por nosotros hace unos años eran los menos estratégicos".
Si bien la organización de las pruebas o finales de copas del mundo, así como la organización de otros eventos internacional como el
Kilómetro Lanzado, el
Total Fight, son un factor que han contribuido a estas buenas cifras, no es el único . Torreño destaca que detrás de la acogida de las competiciones internacionales, que sirven para dar prestigio y visibilizar al dominio esquiable, hay todo un trabajo de estrategia comercial y de campañas de comunicación que completan las tres patas que han hecho posible el crecimiento. Un trabajo que se inició de manera consciente en 2010 y que a partir de 2012 comenzó a dar sus frutos.
"Un aspecto sin el otro no hubiera funcionado", resalta Torreño.
Una tarea que ha consistido en vender la marca en ferias, buscar nuevos clientes y nuevos mercados, con acciones especiales para
agencias y turoperadores así como unas campañas de
comunicación que han ayudado a hacer llegar el nombre de Grandvalira más allá de las fronteras habituales, colocando el dominio dentro de las doce estaciones del mundo con más afluencia. El director general también ha querido reconocer el gran apoyo que han recibido en todo momento por parte de Andorra Turismo y Ski Andorra vez de traspasar fronteras.
¿El futuro? Que continúe el crecimiento
Visto el incremento del mercado internacional el objetivo de cara al futuro es mantener la estrategia de acoger
competiciones de prestigio, al tiempo que se mejoran las cifras de los pequeños mercados, llegar en aquellos segmentos que todavía no se ha podido llegar y fidelizar los tradicionales. Con todo Torreño puntualiza que
"el crecimiento extra lo hemos tenido con la llegada de esquiadores internacionales, aunque la base del mercado español sigue siendo fundamental".
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