El estado de Idaho es el hogar de Sun Valley, la estación donde se inventó el telesilla en 1936. Aquello logró atraer a todos los famosos del país, así como a las estrellas de Hoollywood. La estación no tiene ya el tirón de antaño, pero sigue siendo una de las mejores de Estados Unidos y por eso se permite cobrar 75 dólares por el forfait.
Si tirásemos en linea recta hacia arriba nos toparíamos con la que muchas guías dicen que es la mejor en Norteamérica: Whistler-Blackcomb. Pues bien, entre estas dos estaciones hay una zona llamada Inland Northwest. También nieva, se esquía, pero no es desde luego un lugar donde el esquiador piensa en pasar una semana de vacaciones. Muchos aficionados de la zona optan por irse al vecino estado de Washington.
En Inland Northwest hay cinco estaciones de esquí, pero hay una de ellas que ha logrado sobresalir por encima del resto. Se trata de Schweitzer Ski Resort. El nombre le viene por la montaña que le da cobijo a la cual según cuenta la leyenda, después de la Segunda Guerra Mundial llegó un Suizo de habla alemana. Y allí se quedó.
Cuenta también la historia de la estación, que un hombre llamado Jack Fowler viajaba a su casa en Spokane después de unas vacaciones esquíando en Whitefish. En un momento del camino, alzó la vista y quedó impresionado por la belleza de la montaña nevada de Schweitzer. Inmediatamente supo que aquella zona podría convertirse en una estación de esquí de primer nivel. Fowler, Jim Brown y otros inversores pusieron parte del dinero, y vendieron acciones a los residentes locales. Así lograron construir el primer telesilla de Schweitzer. El 4 de diciembre de 1963 inauguraron oficialmente la estación.
Pero a lo largo de estos años la estación ha ido cambiando de manos a medida que iba quebrando. Se hizo cargo de ella una fundación sin ánimo de lucro. Luego la compró un hombre de negocios. Cuando murió, su hija tomó las riendas, puso las bases de lo que es hoy Schweitzer, pero no llegó a ver culminado el proyecto porque tuvo que declararla en quiebra.
Una compañía de inversiones con un par de estaciones más se la quedó. Luego decidió que quería desinvertir en ese sector y la volvió a vender, quedándosela la familia McCaw que ha realizado un desarrollo fulgurante.
Pese a todos estos cambios, Schweitzer es hoy de largo, la mejor estación de Ingland Northwest, y la única que merece la pena para pasar unos días de vacaciones. Eso si, han tenido que tirar de imaginación e invertir también en mucha nieve artificial. Aunque hace frío y nieva, no lo hace lo suficiente como para mantener una larga temporada.
En 2001 se les ocurrió que además podrían crear un telesilla tematizado para captar esquiadores. Tenían que sustituir una vieja silla, la #5, montada en 1979. Apenas era capaz de cargar 900 personas a la hora, y tardaba casi un cuarto de hora en hacer su recorrido.
Encargaron el proyecto a Geoff Puckett, un diseñador de atracciones de Disney, Si Sun Valley había inventado el telesilla, ellos harían lo propio con creando el primer remonte tematizado del mundo.
Primero idearon una historia, y basada en ella, se tematizaría el telesilla. Dado que estaban en parte del Oeste americano, que menos que recordar a los viejos conquistadores ingleses con sus carromatos. El telesilla se bautizó Stella en honor a la protagonista:
Un granjero llamado Phineas se mudó con su esposa Stella desde Portland a Spokane. Cuando llegaron se dirigieron a las colinas del territorio del noroeste, donde se encuentra hoy Schweitzer Mountain Resort.
La historia inventada cuenta que Stella subía a menudo a la cima de la montaña para disfrutar de la vista junto a sus cuatro hijos. Un día se fue con todos ellos de vacaciones. Mientras su familia estaba fuera, Phineas creó el 'sistema mecánico' con una silla de seis plazas para que pudieran subir todos juntos a la cima de la montaña.
En honor a su mujer, Phineas llamó a su invento, Stella.
Lo triste de la historia, es que Stella y sus hijos no regresaron nunca de sus vacaciones. Phineas se quedó solo en el Territorio del Noroeste, llamando a Stella y su fantasma continuaba en el granero trabajando para hacer funcionar aquella máquina con sillas."
Con esta historia, Puckett y su equipo se pusieron a trabajar en el granero. La parte interior la decoraron con un carro con paja, animales que emitían sonidos, y la famosa máquina de vapor que hacía funcionar la silla mecánica. La historia inventada cuenta que Stella subía a menudo a la cima de la montaña para disfrutar de la vista junto a sus cuatro hijos. Un día se fue con todos ellos de vacaciones. Mientras su familia estaba fuera, Phineas creó el 'sistema mecánico' con una silla de seis plazas para que pudieran subir todos juntos a la cima de la montaña.
En honor a su mujer, Phineas llamó a su invento, Stella.
Lo triste de la historia, es que Stella y sus hijos no regresaron nunca de sus vacaciones. Phineas se quedó solo en el Territorio del Noroeste, llamando a Stella y su fantasma continuaba en el granero trabajando para hacer funcionar aquella máquina con sillas."
Cuando se inauguró incluso se podía oír al fantasma de Phineas trabajando tras una puerta y la máquina funcionando. Luego la falta de mantenimiento suficiente, hizo que algunas piezas se fueran deteriorando. Hoy solo queda el decorado y nada se mueve ya.
Muchos de los clientes se quejan de que es una lástima que algo así se dejase perder. Pero entre los proyectos de los responsables de la estación, no está en 'devolver la vida' al fantasma de Phineas. No obstante cualquiera que vaya por Schweitzer puede seguir haciéndose una idea de lo que fue el primer telesilla temático de la historia.
La estación además quiere seguir modernizándose. Es la única de esa zona con hoteles, restaurantes y tiendas exclusivas y entre sus proyectos está colocar nuevos telesillas y expandir su área esquiable.