Mucho se ha hablado estos días de Hugh Hefner. El fundador del imperio Playboy falleció el pasado miercoles 27 de septiembre a la edad de 91 años por causas naturales. No obstante en los últimos años había quedado postrado en su mansión debido a una infección que le impedía moverse con normalidad y por la que no le quedó más remedio que cambiar sus bunny girls por un ejército de enfermeros y alguna enfermera.
Hefner fundó su revista a los 27 años. Buscaba publicar algo solo para hombres y tuvo un éxito inmediato casi por casualidad, o por el ojo que tuvo este hombre para oler donde estaba el dinero. Estando en el taller donde se estaba imprimiendo el primer número, vio un calendario en el que aparecía una mujer desnuda muy parecida a Marilyn Monroe... tan parecida que era ella!. Contactó con el fotógrafo, le pago los derechos, paró las rotativas y las publicó en el primer número de la revista Playboy. Salió una primera edición de 54.000 números que volaron literalmente. Hoy cualquier ejemplar de ese número 1 se valora en más de 1 millón de dólares.
Corría el año 1953, y aquella américa puritana y conservadora de los 50 encontró al fin su mesías. Hasta entonces este tipo de desnudos estaban relegados a folletines y nadie se había atrevido a publicar algo así para vender al gran público. No obstante muchas tiendas se negaban a vender la revista así como así. Muchas directamente la vetaron, y otras la ponían en el estante más alto. Hefner se jactó siempre de haber cambiado liderado una revolución sexual en América, aunque no son pocos los que cuestionan esto y sus prácticas que hoy sin ninguna duda se tildarían de machistas.
Sea como fuera, aquel hombre cambió el concepto de la sexualidad y el erotismo en Estados Unidos, y trató luego de traspasar esos ideales a la vida real. Amplió su empresa y empezó a montar los llamados Playboys Club. Unos locales solo accesible para socios (hombres) que previamente debían pagar una membresia de unos 10 dólares mensuales. En su momento más álgido llegó a tener más de 1 millón de asociados en todo el mundo. A cada uno de ellos les servían las copas modelos embutidas en estrechos trajes de conejitas, de ahí que luego pasase a llamárseles las 'bunny girls'.
De aquel primer club montado en Chicago en 1960, se pasó rápidamente a los lodge, grandes espacios residenciales con hotel, campos de golf, piscinas y hasta en una ocasión con su propia estación de esquí, precisamente en el primero de este nevo concepto de Playboy Club.
El 6 de mayo de 1968 se abría el Lake Geneva Club, Hotel & Resort, en Wisconsin. Tenía un campo de golf de 18 hoyos, hotel, sauna y un complejo de aguas termales con un por entonces innovador túnel que te llevaba a una piscina exterior. Y también tenía una estación de esquí. A Hugh Hefner le encantaba esquiar, y se escapaba siempre que podía hasta Aspen. Tampoco fueron pocas las portadas que dedicó a este deporte de ocio en la nieve.
La estación se diseñó como si fueran dos copos entrelazados, y los edificios fueron inspirados en la arquitectura de Frank Lloyd Wright. Los clientes podían llegar directamente a través de la pista aérea privada del complejo y desde allí eran trasladados en el 'bunny train' hasta el hotel. Estuvo funcionando con el logo de Playboy hasta mediados de los '80. Entonces a medida que la muchos de estos Clubs iban cerrando, éste se vendió y los nuevos dueños le cambiaron el nombre al de America Ski Resort. En 1993 volvió a cambiar a Hotdog Mountain, y finalmente entrados en el nuevo siglo, un grupo empresarial rescató al complejo invernal de una notable decadencia y lo volvió a relanzar.
Hoy se llama Grand Geneva Resort & Spa y tiene su campo de golf, y se han modernizado todas las instalaciones. La estación de esquí sigue funcionando y esperemos que este sea el último cambio!