Después de que a sus 23 años no fuera seleccionado para los Juegos Olímpicos de Grenoble en 1960, se fue a hacer las américas. Allí trabajó de instructor entre otros para la familia Kennedy. Años más tarde descubría el hot-dog, y se calaba un sombrero de cowboy el cual desde entonces nunca mas se ha quitado. Regresó en los '80 a nuestro continente, y fue entonces cuando el programa alemán le pidió hacer una de las bromas de más éxito del Sie Spaß?
Contaba por entonces con 46 años y ya había montado su primer hotel. Hoy en día sigue siendo un enamorado de esquí, del hot-dog... y de las bromas!. Tiene tres hijos, una cadena hotelera, varios apartamentos y hace unos días cumplió los 80 años en plena forma física, tal como relata él mismo. La marca alemana Völkl le ha querido rendir homenaje regalándole unos renovados esquís de 4 metros. Art Furrer los recibió encantado y aceptó el resto de volver a usarlos de nuevo. Y bueno, este es el resultado!.