Alonso ha avanzado que el objetivo para la temporada 2016-2017 es ampliar los forfaits conjuntos, de 2, 5 ó 10 días, a uno anual con el que se podrá esquiar en cualquiera de las cuatro estaciones, a lo que se uniría una campaña conjunta de promoción turística. El objetivo de ambas administraciones a medio y largo plazo pasa por la gestión conjunta de las cuatro estaciones de esquí.
Un objetivo común al que le sigue faltando el acuerdo final para la conexión eléctrica de Fuentes de Invierno con la subestación eléctrica de San Isidro, que, como ha recordado el presidente de la Diputación, supuso una inversión cercana a los 12 millones de euros.
Majo ha adelantado que espera cerrar un acuerdo con el Principado en una reunión a celebrar antes del verano y por el que la vecina comunidad autónoma se comprometería a pagar un megavatio de potencia, ampliable a otros tres cuando las necesidades de la estación de Fuentes de Invierno lo requiera.
El presidente de la Diputación se ha mostrado confiado en desbloquear una situación heredada, por lo que ha afirmado que no escatimará esfuerzos para "establecer una línea de colaboración para alcanzar un acuerdo lo antes posibles".
El desbloqueo del acuerdo sobre el suministro eléctrico permitiría avanzar en la unión de las dos estaciones a través de un remonte que salvaría los cientos de metros que las separan en la actualidad, entre la zona de Cebolledo (León) y la Llomba en la estación asturiana. En este sentido, el consejero asturiano ha asegurado que se trabaja de manera activa desde 2014 para lograr los permisos necesarios del Ministerio de Medio Ambiente para proceder a la unión, mediante canalización subterránea, de la estación de Fuentes de Invierno con la subestación eléctrica de San Isidro.
La distancia entre ambas es de 1,8 kilómetros y Alonso ha avanzado que se prevé realizar esta obra civil, con un coste aproximado de 500.000 euros, a partir de 2018. Una vez concluida, Asturias tendría que engancharse a la subestación de San Isidro para obtener electricidad.
La unión de Fuentes de Invierno y San Isidro generaría la mayor superficie esquiable de la cordillera Cantábrica (unos 35 kilómetros) y permitiría la práctica deportiva en ambas estaciones como en un único dominio.