Una de estas empresas, llamada Unclaimed Baggage Center, tiene su sede en un pueblo de Alabama llamado Scottsboro, y entre los miles de objetos que recoge cada año, hay muchos pares de esquís, muchas botas, muchos palos, muchas chaquetas y mucho de todo de invierno. Tanto, que una vez al año organiza una feria en la que pone a la venta todo este material, en la que irónicamente se convierte en la Feria de Material de Esquí de Segunda Mano mas grande de Estados Unidos. Y eso que en Alabama no hay complejo invernal alguno ni nada que se le parezca.
Aun así el pasado 7 de Noviembre fueron hasta sus almacenes mas de 6.500 compradores que se agolpaban en la puerta a la espera de pillar alguna ganga. Entre lo que se vendía había chaquetas con un coste de entre 15 a 200 dólares, botas baratas a 15 dólares y 100 la más cara, o esquís de entre 50 a 200 dólares.
Todo el material esté perfectamente revisado, lavado, higienizado y tasado. Lo mismo que con los miles y miles de objetos que tienen allí. Cada día le llega entre 5.000 y 7.000 objetos, sacan el contenido y lo que se puede vender se lo quedan y lo dejan como nuevo. Lo que no se puede vender por su estado pero es servible para donaciones, se entrega a ONG's. Y el resto se tira. Entre los objetos mas raros, una armadura, instrumentos musicales de lo más raros, una maleta llena de queso, un ganso disecado y hasta una maleta repleta de dinero.
De esto se ocupa la empresa Masa quien los clasifica y almacena en una de las naves que Iberia tiene en la zona industrial del aeropuerto de Barajas. Cada semana les llega una media de 50 maletas que llevan más de seis meses en los depósitos de equipajes extraviados sin haber sido reclamadas o sin que se haya podido identificar a sus dueños. Un tasador se encarga de valorar los artículos, que son distribuidos en lotes para subastarlos en una plica cerrada que consiste en evaluar económicamente ese lote, haciendo un depósito inicial.
En el caso de ropa cara u aparatos electrónicos, resulta bastante fácil colocarlos, pero el tema se complica cuando se trata de grandes lotes de champús abiertos y cremas faciales usadas. Al parecer, en ocasiones los objetos de las maletas acaban en manos de las ONGs españolas (tras seis meses de espera), aunque no debería ser ese su fin. Por otro lado, hay quien acusa a algunos trabajadores deshonestos de quedarse con determinados objetos valiosos usando triquiñuelas legales, algo que tampoco nos debe sorprender, puesto que en un tema como este es inevitable que a veces “desparezcan” algunos bienes. De todas formas, parece que este problema ha sido resuelto, al menos en cierta medida.
Iberia es la encargada de llevar a cabo esta subasta, que incluye artículos extravíados en aviones de otras aerolíneas, por una ley que data de 1942, fecha en la que se decidió que como "compañía de bandera de España es la depositaria legal de todo lo que se pierde en los aeropuertos del país".
La compañía no obtiene ningún beneficio de esta subasta, ya que el dinero recaudado se destina a pagar a la empresa contratada para realizar este servicio y a sufragar el coste de la subasta. En caso de que sobre dinero, se entrega al organismo competente, que es el Ministerio de Fomento.