Como entendía que someter a la chiquilla a esa prueba era un peligroso dislate, el monitor que acompañaba a la chiquilla intentó convencer al personal de Cetursa -la empresa pública que gestiona los medios mecánicos de la estación de esquí- de que parase la máquina para rescatar a la menor con una escalera y ahorrarle el arriesgado viaje. Pero no lo consiguió e hizo lo que pudo: se deslizó hasta Borreguiles con la mirada puesta en la niña y dándole consejos a voces para evitar que realizara cualquier movimiento brusco. Afortunadamente, Sara llegó a su destino sin sufrir ningún percance. En cuanto se enteraron de lo que había pasado, los padres de la pequeña presentaron una reclamación ante Cetursa. Poco después, recibieron la respuesta: la empresa «había abierto una investigación» para aclarar el suceso.
Sin embargo, pasó el tiempo y no les llegó ninguna comunicación más. Así que en julio decidieron presentar una denuncia para que la justicia tomase cartas en el asunto. El escrito que los padres de Sara dirigieron a un juzgado de Instrucción de la capital granadina relata que
«(...) El mero hecho de que se ponga en peligro la integridad física de una menor de cinco años, obligándola a hacer sola todo el recorrido de vuelta en el remonte mecánico, sin seguridad alguna que impida su caída, y alcanzando alturas de consideración, es una gravísima negligencia por parte de la empresa denunciada, así como de las personas que tomaron tal decisión, a pesar de las protestas y quejas del profesor de esquí, el cual insistió reiteradamente en que activaran el remonte en marcha atrás o que llamasen a los servicios de pistas para que bajaran a la niña con una escalera, recibiendo este negativas a todas sus propuestas»
«Buena educación»
Pues bien, el magistrado al que le correspondió examinar el caso acordó en agosto archivar el caso por entender que no había delito, pero los afectados perseveraron. Sin embargo, el segundo intento tampoco ha prosperado. El instructor acaba de dictar un auto en la que reitera la decisión de dar carpetazo al asunto. Pese a ello, el juez lanza velados reproches a Cetursa y considera 'lícito' el malestar de los progenitores de Sara.
«Con absoluta independencia de la mayor o menor consideración que por parte de la entidad mercantil Cetursa-Sierra Nevada SA se haya podido tener hacia los padres de la menor en relación con el desagradable incidente sufrido por esta, o de la suficiencia o no de las explicaciones que pudieran haber sido ofrecidas por aquellos, lo cierto es que los hechos expuestos en la denuncia inicial y reiterados ahora por vía de recurso, carecen de relevancia penal. La lícita queja que en el plano humano pone de manifiesto la denuncia que nos ocupa, únicamente alcanzaría relevancia bien en relación con las meras normas de urbanidad y buena educación, bien con una eventual responsabilidad civil derivada del suceso que se relata»
El magistrado abre de esta manera la posibilidad de que los padres acudan a otra vía diferente a la penal. En este sentido, el auto recuerda que la ley establece que «sin resultado, no puede haber infracción imprudente».Fuente: