De hecho, tampoco hay ninguna notificación oficial de que la empresa haya cerrado ni que esté en proceso de quiebra y, al parecer, aún opera. En todo caso, el diari Bon Dia afirma que se intentó poner en contacto con esta sociedad sin èxito. Ante todo esto, la patronal hotelera está recogiendo información para conocer a cuánto puede subir la deuda de Ski Art con los establecimientos y ya ha empezado a recibir respuestas . Los impagos notificados tienen importes muy diferentes, y tanto pueden subir a 500 como 15.000 euros por los alojamientos. Tal y como se explicó desde el sector turístico, algunos hoteles actuaron de forma más intuitiva y a principios de temporada ya tomaron alguna medida, como exigir un prepago de las estancias. Otros han tardado más en reaccionar.
Los hoteleros esperan que se pueda encontrar una vía para solucionar el tema, pero señalan que son conscientes de que todo parece indicar que el desenlace, positivo no será. En el peor de los casos, los saldos pendientes dejarían muchos establecimientos en una situación complicada. En este sentido, los alojamientos turísticos exponen que no están ahora en disposición de incluir una partida imprevista de pérdidas. Y todo apunta a que la gran mayoría de establecimientos de Andorra se verían afectados, en mayor o menor medida, ya que Ski Art trabajaba con más de 160 hoteles distribuidos en todas las parroquias.
La Unión Hotelera ha fijado como primer objetivo aglutinar el máximo posible de establecimientos afectados para valorar las diferentes alternativas que hay, así como sus consecuencias. La gran dificultad con que se encuentran las empresas del sector, sin embargo, es el hecho de que no hay ninguna comunicación oficial del estado en que está este receptor.
Más allá de los hoteles
El impacto de las dificultades con que se encuentra Ski Art, sin embargo, va más allá del sector hotelero. De hecho, el receptor trabajaba con las estaciones de esquí, Caldea, Naturlandia y las empresas de apartamentos turísticos. La presidenta de la asociación que reúne a los negocios de este último sector, Valérie Lackner, explicó que se ha pedido a los asociados si tienen alguna deuda y tres ya han contestado afirmativamente. Aún así no quiso adelantar a cuánto ascenderían estos importes.Desde Grandvalira también se confirmó que Ski Art, con el que tenía una relación "muy directa", se encuentra en una situación complicada aunque "están tomando medidas". Además se añadió que la estación no se ha visto afectada en lo que hace referencia a los clientes, ya que se continúan recibiendo, y el servicio está asegurado. Tampoco parece que en un futuro esto pueda tener un impacto negativo para el dominio.
La quiebra de Orizonia, una posible causa
Ski Art es uno de los tres principales receptores del Principado. Tuvo una expansión muy grande, que le llevó a trabajar con todo tipo de mercados, acogiendo visitantes de países tan diversos como Rusia, Israel o España. Las fuentes consultadas desconocen que la ha llevado a la situación actual pero señalan que la quiebra de Orizonia puede tener mucho que ver. El hecho es que la agencia de viajes española era un cliente muy importante de este receptor, lo que ha tenido que afectar.Fuentes cercanas a la Unión Hotelera indicaron que ante este caso también hay que ser un poco críticos, porque hay que ser conscientes de que se trata de un operador turístico que ha ayudado a sacar adelante muchos establecimientos. Así, cuando la agencia funcionaba generó un flujo muy importante de camas en el país. Lo que hay que saber es por qué ahora se encuentra en este estado, señalaron las mismas fuentes, que concluyeron que quizás es una cuestión que hay que entrar a valorar entre todos.
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