Todas las grandes marcas de ropa deportiva cuentan con una línea dedicada a las prendas de nieve. Decidir entre esas empresas, cuál diseña modelos más bonitos depende del gusto de cada uno. Pero si se trata de votar a la que fabrica productos de mayor calidad, los profesionales de la nieve no tienen duda y señalan a “Santoyo”, una pequeña sociedad radicada en el polígono industrial de Riaza, a 8 kilómetros de la estación de esquí de La Pinilla que, desde hace ya más de 40 años, suministra material a los principales clubes de esquí de España.
El fundador, José Santoyo Morillas, matricero de profesión, emigró en su juventud a Suiza, donde sus excelentes cualidades le permitieron ir prosperando hasta llegar a trabajar de rectificador en la mejor fábrica del mundo en material de precisión. Tuvo incluso la posibilidad de ser contratado por el Centro Europeo de Investigación Nuclear, aunque lo acabó descartando, según cuenta al diario El Adelantado
En aquella época gané dinero. Pero echaba de menos España. En Suiza había cosas que no me gustaban; faltaba ambiente familiar, por ejemplo”
Pero como él ya estaba metido en ‘el mundo de la nieve’, habiendo ejercido como monitor de esquí, se preguntó: “¿Y si me pongo a hacer ropa de nieve?”. La respuesta fue afirmativa. Corría el año 1971 cuando alquiló un pequeño local en Madrid dedicado a elaborar ropa de nieve. Poco a poco, empezaron a llegar los pedidos. “Vi entonces que era rentable el negocio”, dice. En 1973, la empresa se trasladó a Riaza. Y ahí sigue gestionándose junto a su hijo José Santoyo Marguolles.
Santoyo tiene como primera regla
Esa excelencia que busca en sus artículos ha deparado un premio a la empresa. A diferencia de las marcas más conocidas de ropa deportiva, Santoyo no ha sufrido los efectos de la crisis. “Los entendidos en prendas de nieve siguen confiando en nosotros; eso significa que no lo estamos haciendo mal”, declara, con una pizca de orgullo. Y, por la buena marcha del negocio, Santoyo no se ha visto en la necesidad de abrir tiendas fuera de Riaza. Solo tiene una propia, en La Pinilla, abierta los fines de semana. Eso sí, a la nave del polígono industrial de la población siguen llegando pedidos de ropa de nieve, de toda España... El resto de la colección se vende a través de una red de tiendas repartidas por toda España las cuales ha fidelizado tras varios años de relación bajo la premisa de hacer frente a los gigantes de ropa deportiva que fabrican en China.
No obstante desde 2005, la mayoría de su facturación, que está en torno al millón de euros, se consigue gracias a la venta a diferentes entidades. Hace unos años decidió centrar su producción a la venta de ropa técnica y personalizada para escuelas de esquí, plantillas de estaciones o ropa laboral de profesionales que trabajan al aire libre como bomberos, guardas forestales, o policías,
Además ofrecemos unos servicios que otros fabricantes no ofrecen. El tipo de usuario con el que trabajamos requiere de gran flexibilidad a la hora de adaptar diseños y tallas, algo que otras marcas no hacen"
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