Desde que era muy pequeño siempre me ha fascinado el trabajo que hacen los maquinistas en la montaña. ¡Como no van a impresionar a un chaval de 8 años esas luces en mitad de la noche recorriendo la montaña! Para mi, poder grabar este reportaje y conocer este mundo desde cerca ha sido toda una experiencia.
Desde un inicio, cuando contacté con Rafa acerca de la producción del episodio, se mostró muy colaborativo. En una tarde grabamos todo el material que pudimos. Terminamos de grabar la entrevista y a Rafa le sonó el teléfono para llevar al GREIM en la máquina hacia los Tajos de la Virgen, donde tenían que realizar un rescate. En ese momento recogimos todo y se marchó corriendo. Algo que me soprendió desde un principio es la escasa visibilidad e importancia que se le ha dado a uno de los trabajos más fundamentales en las estaciones de esquí (y fuera de las mismas, como he dicho, ayudando al GREIM). Este episodio busca, primero darles esa visibilidad e importancia, segundo, plasmar la pasión con la que Rafa vive su trabajo, algo de lo que no todo el mundo puede presumir.
Rafa lleva trabajando de pisapistas 35 temporadas. Ha sido vecino de la estación y desde pequeño ha vivido rodeado de estas máquinas. Su padre fue uno de los pioneros como pisapistas en Sierra Nevada. Rafa cuenta que terminaba los deberes en el colegio y rápido se subía a la montaña en busca de su padre para darse una vuelta en la máquina. A los 20 años de edad, consigue su primer contrato en Cetursa, empresa que explota la estación de esquí.
Este episodio de Sierra Nevada Stories hablamos de muchos temas, entre ellos sobre la jornada laboral de un pisapistas, el proceso de formación hasta llegar a ser maquinista o el por qué Rafa sigue en su puesto tras 35 años. Una de las preguntas que más curiosidad me daba poder hacerle a Rafa es si me podía contar alguna anécdota acerca de su trabajo. Para mi sorpresa me cuenta que una vez, durante un turno y en mitad de la madrugada, le atrapa una avalancha. Las imágenes cuentan lo terrorífico de la situación por si solas.
Podéis ver el episodio tanto en Instagram (@sierranevadastories) como en Youtube, donde yo personalmente recomiendo verlo debido a que permite una mayor calidad. Espero que disfutéis de esta historia tanto como yo he disfrutado contándola.
Gracias a Cetursa, empresa que gestiona la estación de esquí de Sierra Nevada por permitirme grabar en sus pistas. A Lucia Montiel Baena por la ayuda en cámara y finalmente a Rafael Sánchez por permitirme contar su historia.
Abrazos!
Alvaro Reyman