Para entender la situación hemos de remontarnos atrás en el tiempo. Los austriacos hacía ocho años que no lograban ganar en su propio estadio, la pista Hannenkamm. No solo eso, sino que quien se estaba llevando las victorias eran los propios suizos. Dos Didiers, Cuché y Défago se alternaron las victorias. Solo se les escapó una, la que el año pasado les arrebató el francés Dominik Paris. Así que la moral de los austriacos estaba por los suelos estos años.
Antes de que el circo blanco aterrice en Kitzbuehel, hace una parada en Wengen, estadio nacional de los Suizos. La pista de la estación de esquí de Lauberhorn albergó un Descenso vertiginoso. El suizo Patrick Kueng y el austriaco Hannes Reichelt se batieron llevándose finalmente la victoria por unas escasas seis centésimas.
El austriaco ya había avisado en Wengen, y así llegaba la Copa del Mundo a Kitzbuehel. La moral de los aficionados austriacos estaba por las nubes. Por fin parecía que un corredor nacional podía romper el maleficio de esos seis largos años y ganar en el estadio nacional de la Hannenkamm. Pero había algo con lo que contar. Reichelt no hacía mas que acumular segundos puestos en esta temporada de Copa del Mundo, los de Beaver Creek, Bormio y Wengen. Además sufre de unos problemas crónicos de espalda que le dejaban en duda hasta última hora, aunque tras el calentamiento decide forzar la máquina y salir a correr.
Empieza la carrera, los esquiadores saltan a pista, y cuando le toca a Reichelt, el noruego Aksel Lund Svindal ya estaba subido a lo alto del cajón como virtual ganador de la prueba. Desde las gradas se anima al austriaco, que empieza a bajar recortando distancias con el escandinavo hasta llegar a meta con 21 centésimas menos. En ese momento saltó todo el mundo. Espectadores, técnicos y en la televisión austriaca cantaban uno de los mayores goles de la historia de la Hannenkamm. Reichelt había logrado romper el maleficio.
La parte negativa es que se perderá los Juegos Olímpicos de Sochi. Los médicos le han detectado una hernia discal que deberá ser intervenida, lo que nos hace ver hasta que punto se esforzó el austriaco que tras bajar del podio explicada todavía emocionado que
“todavía no me lo creo. Ganar en Kitzbuhel es un sueño para cualquier austríaco. En el podio no pude reprimir las lágrimas. De pequeño veía la carrera por TV y soñaba con ganar aquí algún día. Stephan Eberharter (ganador de este descenso en 2002 y 2004) era mi ídolo de juventud. Y hoy me ha felicitado diciéndome que ahora soy una leyenda. Estos últimos días he tenido mucho dolor en la espalda y por la mañana todavía tenía dudas sobre tomar la salida. Sólo un cuarto de hora antes he tomado la decisión de participar”.
Y bueno, solo queda ver el video de la victoria:
Descenso masculino de Kitzbuhel
1.- Hannes Reichelt (Aut) 2'03”38
2.- Aksel Lund Svindal (Nor) 2'03”59
3.- Bode Miller (USA) 2'03”72
4.- Adrien Théaux (Fra) 2'04”04
5.- Christof Innerhofer (Ita) 2'04”15
6.- Carlo Janka (Sui) 2'04”23
7.- Max Franz (Aut) 2'04”41
7.- Travis Ganong (USA) 2'04”41
9.- Kjetil Jansrud (Nor) 2'04”46
10. Didier Defago (Sui) 2'04”52
