La iniciativa parte de un colectivo (no un operador turístico) especializado en la organización de festivales de electrónica en Ibiza, que hace unos meses se puso en contacto con Vallnord, según explican desde la estación, con la idea de promover un evento que seguiría la fórmula del Big Snow: esquí de día y música electrónica de noche, con una nómina de discjockeys, aún por determinar, que atraiga el turista británico. La propuesta ya se publicita en Internet, en página web propia donde añaden un tercer reclamo: "nieve, música y alcohol libre de impuestos" en un paquete de esquí, hotel y conciertos que se vende a 199,9 libras (alrededor los 250 euros).
Desde el departamento de marketing de Vallnord, Ángeles Olivares matiza que el festival probablemente sólo se llevará a cabo si los promotores de la iniciativa consiguen vender un número suficiente de paquetes como para que les salga a cuenta. En este caso, es una iniciativa totalmente privada que no cuenta con subvención de Andorra Turismo. Al menos, de momento. Es un intento, añade, de abrirse un mercado nuevo, el de la nieve, en el que aún no tienen experiencia.
Preguntada por el cuestionable reclamo con que publicitan la cita ante el público británico, Olivares recordó que en la primera edición del Big Snow Festival
"los hoteles inicialmente se oponían, pero finalmente vieron que no se generaban problemas, que había gente de todas las edades y que era un público muy tranquilo y bastante correcto, aunque en principio se pueda generar preocupación, seguro que otra vez funcionará todo bien".
Conseguir un sustituto para el festival que promueve el operador turístico Thomas Cook es una reclamación del sector de la hostelería y comercio de Arinsal, que pone en él las expectativas para redondear la temporada en unas fechas que suelen ser de baja ocupación y por un turista que, como el británico que acudía al Big Snow Festival, tenía un interesante poder adquisitivo. Pero ha sido un camino difícil, explicaba ayer el Diario el director general de Vallnord, Martí Rafel. Largos meses de negociaciones infructuosas. "Hemos recibido muchas propuestas, pero que pretenden todas las garantías y cero riesgo para ellos, y eso no puede ser."
