Primer paso para homologar la pista Aliga para Descenso FIS

Por motivos económicos o por la falta de suficiente desnivel, las diferentes opciones para construir una pista de Descenso en Andorra se han reducido a una sola: la pista Aliga en el sector Tarter de Grandvalira. Este se ha convertido hoy por hoy en el mejor emplazamiento para diseñar un trazado que tendría la proximidad del núcleo urbano de el Tarter como uno de los grandes puntos a favor. El desnivel, pese a que no llegaría a los 800 metros, se adaptaría a la normativa de la Federación Internacional, que pide un mínimo de 750 metros para acoger una prueba de Copa del Mundo.

Las obras afectarían desde la parte intermedia del recorrido hasta la llegada, con un trazado que se debería hacer completamente nuevo y la inversión correría a cargo de Ensisa (empresa propietaria de las pistas de Soldeu y El Tarter.

Mientras se espera un estudio de impacto ambiental, la Federación andorrana de Esquí (FAE) presentó el proyecto en el pasado Congreso de la FIS en Corea del Sur, pero la respuesta de la FIS no se ha hecho esperar. Mañana mismo, Walter Trilling, Presidente del Subcomité de pistas alpinas de la FIS, visitará in-situ la zona con los máximos responsables de la FAE. Homologar una pista de Descenso podría ser una herramienta decisiva en las aspiraciones de volver a acoger citas del máximo nivel, como la Copa del Mundo del pasado mes de Febrero en el sector Soldeu de Grandvalira.

A parte del 'Circo Blanco' la nueva pista permitiría acoger a largo plazo, citas tan ambiciosas como unos Mundiales de esquí alpino.