Además, Galindo ha sido una especie de "pionero" en esta función de guía, ya que desde que comenzó su actividad con el equipo nacional, ha influído de manera determinante para que le sigan en estas funciones otros dos altoragoneses, Raquel García Borreguero y Félix Aznar, que también participaron en Vancouver como guías del equipo de esquí alpino.
Galindo manifestaba sobre la "resaca" del éxito en Canadá que
"al volver tuvimos dos días de diferentes eventos en Madrid, y la verdad es que ahora estamos todavía asimilando todo. Estos resultados han superado nuestras expectativas. Teníamos ilusión y sabíamos que podíamos hacerlo bien por los resultados conseguidos en Copa del Mundo, pero también está la presión de que esperan mucho de ti y estas casi obligado a hacerlo bien. La verdad es que ha ido todo increíble, gracias también al equipo en su conjunto, que ha funcionado a la perfección".
Un éxito madurado durante ocho añosPero hay que remontarse en el tiempo para ver cuándo comienza esta carrera que, de momento, ha conseguido ya un éxito enorme, pero que puede seguir dando alegrías.
"Con Jon llevo ocho años, compitiendo en Copa del Mundo y de Europa, y en el último Mundial ya conseguimos un oro y dos platas. Estábamos entre los aspirantes a medalla, pero luego en Vancouver, el principal favorito no ganó al final ninguna prueba, y es que los Juegos son algo aparte, con carreras difíciles y muy juntas en el tiempo".
Y a eso se une la atmósfera especial que rodea siempre a estas citas. Estar en la villa, con una organización increíble, compartiendo muchas cosas con otros deportistas. Está claro que es algo especial y se disfruta mucho más, aunque nosotros competíamos en cinco pruebas y la verdad es que no tuvimos mucho tiempo de hacer otra cosa, pero está claro que unos Juegos son una experiencia única".
Para ambos como pareja era su segunda experiencia olímpica, que no tuvo nada que ver con la primera. "En Turín, dos meses antes, Jon se rompió tibia y peroné, y todavía se recuperó para, con muchos dolores, poder estar y competir. Fuimos séptimos, y la verdad es que nos supo a oro por cómo se lo curró para poder recuperarse en tiempo récord, pero desde luego Vancouver ha sido otra historia".
Galindo era esquiador, y miembro del equipo nacional, pero tras una serie de malas experiencias, que le llevaron a dejarlo, se reenganchó como guía: "Estuve cinco años en el equipo nacional, pero lo dejé, y me dijeron que buscaban guías con experiencia competitiva y buen nivel de esquí, y entonces empecé con Jon. Hemos tenido momentos mejores y peores, sobre todo por lesiones, tanto de él como mías. Pero en estos ocho años hemos podido ver como todo el deporte paralímpico ha mejorado en todos los aspectos y ha crecido mucho".
El Lazarillo sobre la nieve¿Y qué hace un guía de esquí? El esquiador jaqués explica que
"cada pareja establece sus reglas, y Jon y yo tenemos un lenguaje específico para cada tramo y cada situación. Pero, en general, un guía debe ir ni muy lejos ni muy cerca, debe saber cuál es el mejor ritmo y sobre todo mantener bien la línea para que el esquiador baje sin problemas. En cada carrera se hace un reconocimiento previo y se establece una estrategia. Llevamos ocho años juntos, y hemos bajado muchas pistas, y todo eso hace que partas ya con una base muy buena y evites así sorpresas".
En el esquí alpino para invidentes y deficientes visuales hay tres categorías, la de B1 o ciegos totales, la de B2, a la que pertenece Santacana, con en torno a un 5 por ciento de agudeza visual, y la B3, con más de un diez por ciento, aunque compiten todos juntos, y después se aplican factores de corrección. Sobre Jon, Miguel comentaba que "tiene afectada la agudeza, pero también el campo visual, porque hay partes por las que no ve nada, tanto en la visión central como en la periférica".
Y no hay que perder de vista que practican deporte de alta competición, con todas las exigencias que tiene durante todo el año. De hecho, Miguel contaba de manera resumida cómo es una temporada: "Empezamos a finales de mayo, y ya salimos a esquiar con el equipo nacional a glaciares, sobre todo en Alpes, y cuando estamos en casa hacemos más físico con el preparador del CAI Zaragoza de baloncesto. Cada semana o diez días viajamos, y es un no parar hasta marzo, además de que en verano solemos ir a Chile. Se hace largo y duro, sobre todo por el tiempo que pasas fuera de casa".
En todo caso, ayuda mucho la relación que mantienen Jon y Miguel, "es la base de nuestro éxito, que nos llevamos muy bien y siempre nos estamos motivando para mejorar. Estamos muy implicados, y todo el año estamos trabajando y pensando en mejorar".
Volviendo al día de hoy, ahora les queda para terminar la temporada "los Campeonatos de España, en Cerler, que serán una oportunidad de juntarnos todos los esquiadores y despedir la temporada. Hay ganas de tener unos días de descanso".
Pero eso sí, pensando ya en el próximo año, "está el Mundial de Italia como primer objetivo, en unas pistas que conocemos bien".
Y es que, como se puede ver, el deporte paralímpico ha avanzado mucho y ahora se piensa en competición pura y dura. "Al crear el plan Adop se ha dado un paso fundamental. De hecho, hace cuatro años me planteé no seguir, por las condiciones económicas, pero los diferentes estamentos se han implicado más, hay más patrocinios y todos nos hemos puesto las pilas. La estructura ahora mismo es buena, y cada vez más gente ve más allá de una forma de integración social, sino que ya se ve como deporte, como competición y como la búsqueda de unos resultados. Ahora en cada prueba nos la estamos jugando por centésimas, y en las pruebas de descenso superamos los cien kilómetros por hora. Es algo espectacular, y cada vez se conoce más y gusta a más gente, porque es deporte como todos los demás".
Y sobre el hecho de que a día de hoy sean tres los guías altoaragoneses en el equipo paralímpico, afirmaba que "cuando entré era el único no catalán, y al tiempo se necesitaban más guías. Me preguntaron y hablé tanto con Raquel como con Félix, explicándoles que era una oportunidad única, y se animaron. A ver si pueden entrar más, porque en Huesca hay buenos esquiadores que también podrían estar en el equipo".
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