La carrera a los Juegos Olímpicos de Invierno del año 2022 ha despertado ilusión en el Pirineo, pero también algunas decepciones iniciales. La candidatura aragonesa la lidera Zaragoza. Se convierte así en ciudad de referencia, pero de la mano imprescindible del Pirineo, que es donde está la montaña, la nieve e instalaciones imprescindibles: sus estaciones de esquí.
El problema es que, en el Pirineo, no todos ven con buenos ojos cómo está dando los primeros pasos el proyecto olímpico. No se oponen a que Zaragoza lo lidere, pero sí a que lo haga dejando de lado a las localidades directamente implicadas en la candidatura.
La queja la ha puesto sobre la mesa el Ayuntamiento de Sallent de Gállego, que se está sintiendo apartado por completo de las gestiones que llevan meses haciéndose para diseñar y promocionar el proyecto olímpico aragonés. Por ejemplo, hace un par de semanas se presentó en Madrid, con una delegación que encabezó el alcalde zaragozano, Juan Alberto Belloch, acompañado de otros responsables institucionales del PSOE. Pero en Sallent echan en falta que se invite a ir de la mano a los responsables locales. Por lo menos a ellos, afirman, no se les ha llamado.
Punto clave
Sallent de Gállego es un punto clave, porque en este término municipal está la mayor de las estaciones de esquí del Pirineo aragonés, la de Formigal. El teniente de alcalde de esta localidad, Jesús Jericó (PP) lamenta que no se hayan dirigido a ellos para hacerles partícipes del proyecto olímpico, para que puedan dar su opinión, contribuir al trabajo común y al consenso con el que, subraya, debe salir adelante la candidatura en todo momento.
«No tenemos ni idea de lo que va a ser la candidatura», afirma, tajante, el teniente de alcalde de Sallent de Gállego. Zaragoza y Jaca forman el tándem principal, el núcleo duro del proyecto olímpico. Las dos ciudades cuentan con alcaldes del PSOE. En el Ayuntamiento de Sallent confían en que dejarles al margen no se deba a motivaciones de color político. Y aún esperan que se rectifique la línea que se está siguiendo y que, más pronto que tarde, Zaragoza les haga partícipes de un proyecto olímpico en el que son imprescindibles, por la estación de esquí de Formigal.
Jesús Jericó afirma que entre las gentes de esta zona del Pirineo cunde el mismo sentimiento.
Carta sin respuesta
Considera que ha habido tiempo más que suficiente para que alguien les hubiera llamado desde Zaragoza y les hubiera dado la opción de participar en los pasos que se han ido dando: reuniones de carácter técnico y político, gestiones ante responsables autonómicos y estatales, estudios de diverso tipo...
En su día, al conocer que cuajaba el proyecto olímpico y aunque nadie se había dirigido a nosotros, optamos por enviar una carta al Ayuntamiento de Zaragoza, pero no nos han contestado».
«Cuanto antes estemos en las mesas de trabajo de este proyecto, mucho mejor», destaca. Para ellos es fundamental, no sólo por la importancia que la estación de Formigal tiene en el proyecto olímpico, sino también por la relevancia que esa estación tiene para Sallent de Gállego, un municipio de unos 1.500 habitantes «que vive de la nieve».
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