Aquel día se hizo público que el Gobierno de Aragón había aprobado la salida a información pública del proyecto y del estudio de impacto ambiental de la ampliación de la estación de esquí de Cerler. Ese paso adelante en la tramitación de las actuaciones promovidas por el grupo Aramón no gustó a los ecologistas, que anunciaron su salida de la Mesa de la Montaña alegando que desde un principio habían dejado claro que si se producían avances importantes en esa o en otras iniciativas polémicas se irían.
El abandono se planteó de forma temporal hasta que la asamblea de la Plataforma se pronunciase al respecto, cosa que sucedió ayer. Según explicaron algunos de los presentes, todos los participantes en la reunión de ayer se mostraron de acuerdo con la decisión tomada.
Los ecologistas darán a conocer en las próximas horas los acuerdos alcanzados, que pasan por seguir de cerca los trabajos que continúe desarrollando la Mesa de cara a la promulgación de una Ley de la Montaña; por mantener su oposición y su lucha contra proyectos como la ampliación de Cerler o la unión de Astún y Formigal; y por trabajar por la creación de un parque internacional de los Pirineos que sirva para poner en valor y divulgar la riqueza natural de esta cordillera.
El resto de miembros de la Mesa (entre los que están los pueblos del Pirineo, los empresarios, los sindicatos agrarios, la Federación Aragonesa de Municipios, Provincias y Comarcas y la Federación Aragonesa de Montaña) ya mostraron en su última reunión su determinación de seguir trabajando pese a la ausencia de los ecologistas. La Mesa invitó a la Plataforma a regresar, recordó que siempre se le dejó claro que los procesos administrativos no podían paralizarse y destacó que el proceso de participación sigue estando legitimado para debatir sobre el futuro del Pirineo y de otras zonas de la Comunidad.
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