Se abrirá en Navidad, y gracias a su alta capacidad, que dobla lo anterior, se espera que se eliminen las colas que se formaban en este punto. Ahora se puede trasladar a 3.000 pasajeros por hora, la mayoría de ellos debería ser capaz de alcanzar la base de Flaine, en una media hora desde la de Samoens. Ambas estaciones pertenecen al dominio esquiable de Le Grand Massif, uno de los más grandes de Europa con 265 kilómetros de pistas marcadas, situado a poco más de una hora del aeropuerto de Ginebra. También pertenecen al mismo espacio las de Sixt, Morillon, Les Carroz entre otras.
El Chariande Express es uno de los dos nuevos remontes de Grand Massif para esta temporada. Otro similar y también de seis plazas, se ha montado en Les Molliets. Samoens por sí sola es una estación con cotas que van desde los 800 a los 2.200 metros, y tiene pistas para todos los niveles. Desde uno de sus puntos más altos, Tete des Sais, los esquiadores pueden acceder al resto de los 265 kilómetros de pistas (42 verdes, 140 azules, 132 rojas, y 37 negras).
Un par de apuntes a hacer en Grand Massif
Para los más fuertes está el itinerario Cascade, un trazado fruto de tomar diferentes pistas de todas las categorías, que comienza en los 2.500 metros en Flaine, y termina en el Valle Giffre, a 800 metros. En total son algo mas de 14 kilómetros, que un esquiador con nivel los puede hacer en 40 minutos. Para el resto que no tengan prisa, queda una espectacular bajada en la que se puede ir observando el paisaje, desde la sombra del Montblanc a los pueblos de alta montaña.
Si a medio camino tienes hambre, párate justo a la mitad. Encontrarás una marca con un teléfono. Desde allí puedes llamar a Maurice, el dueño del restaurante del Lac de Gers, que te enviará un taxi... una moto de nieve con cuerdas que te remolcará hasta su establecimiento. Luego puedes bajar esquiando tranquilamente para continuar haciendo el recorrido.