La lectura está clara. Gecobesa no puede montar más remontes, y está viendo como cada fin de semana, sobretodo los Sábados, la estación se satura literalmente. Remontes, pistas, aparcamientos e incluso el acceso. La solución sería montar otro telesilla, pero de momento no es posible, así que lo único que quedaría es deshacerse del esquiador de proximidad, ese que sube y baja en el mismo día. Está comprobado que este esquiador hace un gasto menor en la estación, y evidentemente en los establecimientos de la zona, donde ni se aloja.
Como no se puede prohibir el paso a un esquiador que sólo quiere esquiar un día, la única manera es incrementar espectacularmente el forfait de una jornada, y mantener buenos precios para el que se quede a dormir, aunque solo sea un día. Así, podemos ver que, mientras el aficionado de proximidad deberá pagar 35 euros/día, para el que decida pasar dos días, ya se le aplica un precio de 27€/día, una de las tarifas más baratas de nuestro país.
- ¿Deberían estar preocupados los hoteleros de Bejar? Pues no, puesto que se pierde un cliente que no requería sus servicios.
- ¿Los comerciantes? Pues pueden perder un significativo números de clientes que paraban a comprar, aunque se deberá ver, cuantos de los esquiadores de proximidad, realmente acababan consumiendo antes de volver a Madrid.
- ¿Y los esquiadores de Bejar? Pues a estos les han hecho la puñeta, sobretodo porque no les van a ofrecer ningún tipo de descuento, algo que no costaba nada para una población de apenas 15.000 personas, de las que como mucho 1000 practican esquí o snowboard.
- ¿Y el esquiador de Madrid? Pues hombre, si decide ir hasta Sierra de Bejar, seguro que se encuentra unas pistas algo menos saturadas. El coste es el mismo que ir a las de Madrid, pero posiblemente esquíe más cómodo.
- ¿Y el que pase el fin de semana o más días? Pues ese se va a encontrar con unas tarifas competentes, y unas instalaciones algo más vacías que la temporada pasada.
En definitiva, Gecobesa ha tomado la decisión de cuidar al esquiador de mas de una jornada, una decisión muy arriesgada en tiempos de crisis, tal como se comprobó la temporada pasada, cuando este último cliente fue el que salvó los números a muchas estaciones. El tiempo dirá si ha tomado la decisión correcta. Mientras tanto, los esquiadores y snowboarders de Béjar son los que han perdido en todo esto.