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Entre el Heli ski y las primeras bajadas
Para aquellos que deseen deslizarse por primera vez sobre la nieve, “en la escuela de esquí se puede aprender desde los tres años con clases particulares. Luego, de 4 a 6 años hay clases colectivas. Para adultos, hay un sistema de principiantes, intermedios y avanzados. Una clase de una hora cuesta 86 dólares”, explicó un joven encargado de la misma.
Portillo también guarda experiencias extremas para los más avezados. Una de éstas es el heliskiing, la posibilidad de acceder por helicóptero a las pistas que rodean el centro invernal. “Es el mejor heli ski de toda Sudamérica, ahora tenemos un helicóptero nuevo y también contamos con experimentados guías norteamericanos y chilenos”, destacó Alfredo Torres.
Pero esta experiencia no es para cualquiera y desde la firma aseguran, antes que nada, que primero deben cumplirse una serie de condiciones climáticas. Este servicio debe ser solicitado con anterioridad y el primer vuelo pautado –si el tiempo acompaña- se realizará el domingo 6 de julio. Por otra parte, algunas pistas desembocan en la laguna –Lake run- y hasta “se puede atravesar caminando si las condiciones de grosor de la capa de hielo lo permiten, pero eso está previamente certificado por nuestro equipo de seguridad”, señaló el subgerente Torres. A esto se suma el slalom de 25 puertas en el que se realiza, todos los jueves, la competición “Sol de Portillo”, destinado a los pasajeros.Además de la belleza natural del entorno, otra de sus características es que se trata de uno de los sitios elegidos por equipos extranjeros de alta competición. “A fines de agosto llegan los equipos de competición a entrenar para las altas competiciones. Este año vendrán austríacos y norteamericanos, porque Portillo tiene una buena pendiente y el descenso es extremadamente rápido y por la diversidad de pistas, además que pueden armar el trazado como ellos lo requieran. Las condiciones son óptimas para el entrenamiento”, indicó Torres.
Tendencias
“Lo que crece es el snowboard. Hoy lo practica un 40 por ciento cuando hace cinco años lo hacía apenas un 20 por ciento. El resto practica esquí. Pero que no te extrañe ver en la pista a gente de 50 años, motivados por sus hijos a que los acompañen con el snowboard, pero es un deporte netamente de jóvenes”, comentó Alex González mientras numerosos esquiadores se calzaban y descalzaban botas y él, como jefe de taller, daba indicaciones varias sobre el mantenimiento de los equipos.
“En julio, más del 90 por ciento son brasileros, durante agosto hay muchos norteamericanos que vienen a hacer esquí fuera de pista. En los últimos años ha crecido la visita de argentinos”, indicó Torres y agregó luego que “los mendocinos no fallan, se mantienen fieles a Portillo y hay familias que vienen desde hace años”.
Pero el esquí no es la actividad principal ni la única. También se puede disfrutar de la piscina termal junto a la laguna, de paseos en nieve con raqueta –“snowshoes”- o de eventos especiales como la Semana del Vino o el Festival de Cine de Telluride de origen norteamericano pero que también tiene a Portillo como sede, en el que se exhiben las mejores películas sobre montaña, aventura y medio ambiente.
