Las cifras de la temporada 2007-2008 en La Pinilla no son como para sacar pecho. Aunque la estación de esquí ha permanecido abierta durante 110 días (un número considerado alto si se compara con otras instalaciones del Sistema Central), apenas ha habido nieve. El número de visitantes, según información facilitada por el director - gerente, Ramón Valle, apenas supera los 34.000, lo que supone un descenso cercano al 25% con respecto a la campaña 2006-2007, calificada a su término como “la peor en condiciones climáticas desde hace 15 años”.
Andrea Rico, anterior alcaldesa de Riaza por el PSOE y ahora portavoz de ese partido en la corporación riazana, reconoce que “cuando las condiciones no acompañan, la cuenta de resultados de la empresa se resiente”. Un problema que tiene que afrontar su sucesor en el cargo, el popular Benjamín Cerezo.
Desde que la Junta de Castilla y León, la Diputación Provincial de Segovia y Caja Segovia acordaron, en junio de 2000, vender sus acciones en La Pinilla S.A. al Ayuntamiento de Riaza por un precio simbólico, la estación de esquí ha conseguido sortear las dificultades económicas. Hasta ahora. Porque cuando los tres antiguos accionistas hicieron el traspaso de la propiedad, se comprometieron a entregar 250 millones de pesetas con el objeto de que el Ayuntamiento de Riaza pudiera realizar las reformas necesarias en las instalaciones. Además, manifestaron su voluntad de aportar 150 millones de pesetas durante los siguientes cuatro años. La entonces consejera de Economía, Isabel Carrasco, aseguró entonces que el Ayuntamiento de Riaza estaba “blindado” con la compra, ya que “se le garantiza que La Pinilla no le va a costar un duro, ni ahora ni en el futuro”.
Al término del periodo de vigencia del acuerdo se encadenó otro con superávit, motivado, principalmente, por dos temporadas climáticas favorables, las de 2004-2005 y 2005-2006. “Arrojamos resultados positivos por primera vez en la historia de la estación”, se ufana ahora la ex regidora Rico, defendiendo que su corporación favoreció aquella “etapa dorada” elaborando un plan estratégico de la estación. Sin embargo, aquellos beneficios se esfumaron cuando la sociedad tuvo que hacer frente a las pérdidas de la pésima campaña 2006 -2007. Con aquella deuda cubierta dio comienzo la temporada 2007-2008, en la que el actual alcalde esperaba la llegada de nieve abundante. Se equivocó.
Ahora, a la espera de que el director - gerente de La Pinilla S.A. presente, en el consejo de administración a celebrar en junio las cuentas anuales, Cerezo confiesa saber que “las cosas no andan bien económicamente” y que “no podremos aguantar así todo el año porque apenas hemos generado ingresos”. Por su parte, Rico presume “unas pérdidas importantes”, aunque desconoce su cuantía exacta.
En vista de la situación, la anterior alcaldesa insiste en avisar a la actual corporación que “o se ponen las pilas o la cosa está complicada”, a lo que Cerezo responde revelando que su equipo “lleva todo el año” haciendo visitas a las instituciones, “solicitando ayudas”. Porque el regidor, que insiste en querer tranquilizar a la población de la comarca, está convencido que La Pinilla es viable económicamente si consigue retener o producir nieve al menos dos meses al año.
En caso de que las reuniones que se están manteniendo no lleguen a buen puerto, Cerezo está dispuesto a barajar la posibilidad de aceptar capital privado. “Hay gente que ha venido interesándose en formar parte de la sociedad”, apunta el alcalde, subrayando su deseo de “pelear al máximo” por la estación, a la que califica como “un motor económico de la zona del que no podemos prescindir”.
Fuente: