Mientras, en las instalaciones lenenses de Valgrande-Pajares las cosas tampoco marchaban mucho mejor. Ayer no pudieron abrir y, de cara al fin de semana, el director de la estación, Felipe García Pertierra, aseguraba que «el viento está impidiendo que los cañones trabajen a pleno rendimiento, y aún no podemos hacer predicciones. Tenemos esperanzas de abrir, pero, de momento, son solamente eso». En San Isidro, la estación se vio obligada a cerrar por los fuertes vientos.
La nieve caída mejora San Isidro y permite reabrir Leitariegos.
El viento provocó que la estación del Alto Porma cerrara ayer y anteayer
Las bajas temperaturas posibilitan que los cañones entren de nuevo en acción. El temporal de nieve y frío no ha tenido demasiada incidencia sobre las estaciones de esquí de la provincia, aunque la bajada de las temperaturas ha permitido hoy reabrir Leitariegos gracias a la acción de los cañones de innivación artificial, que vuelven a contar con condiciones óptimas para fabricar manto blanco.
Por lo que se refiere a San Isidro -durante las dos últimas jornadas obligada a cerrar por el fuerte viento-, ha vouelto hoy a estar en servicio, prácticamente con la misma superficie esquiable que antes de iniciarse el temporal: dos kilómetros, entre la zona de Cebolledo y el área de debutantes de Requejines.
El temporal ha dejado en la estación del Alto Porma entre 10 y 15 centímetros de nueva nieve, pero muy venteada por las fuertes rachas de las últimas 48 horas. También la bajada de temperaturas permite tener en acción a los cañones, lo que posiblemente permitirá abrir a partir de mañana alguna pista más en Cebolledo, con lo que la superficie esquiable podría rozar los 3,5 o cuatro kilómetros.
Además, las nevadas han permitido la presencia de neveros en el enclave invernal, desde donde los operarios de la Diputación y sus máquinas podrán mover nieve hacia otras zonas. A última hora de ayer ya comenzó a despejar en la estación y para hoy y los siguientes días se espera buen tiempo.
La situación cambiará entre el domingo y el lunes, momento en que se esperan nuevas precipitaciones blancas en una cota a partir de los 900 metros de altitud y, al parecer, de importante intensidad.
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