La nieve acumulada en las montañas no paliará la grave situación de los pantanos, pero sí que ha sido hasta ahora suficiente para las estaciones. Ello gracias a que las precipitaciones, sin ser muy abundantes, han llegado en el momento adecuado y con la cantidad justa para mantener abiertas las pistas.
La temporada de esquí ha superado su ecuador y las cifras de visitantes pueden calificarse de satisfactorias en un invierno que va camino de pasar a la historia como uno de los más secos en muchos años. Las estaciones del Pirineo catalán están capeando la falta de precipitaciones y esta campaña (en contra de lo que pasó en la temporada del pasado año) ha habido, al menos hasta ahora, nieve suficiente para permitir la actividad de esos complejos. El secreto: "Nevadas a la carta", tal como afirma el director de Masella, Xavier Nolla.
"La nieve no ha llegado en mucha cantidad, pero sí que ha caído de forma escalonada en los momentos que hacía más falta", afirma el director de la estación del Pirineo de Girona. "Esa base natural, unida a la que las estaciones han podido fabricar de forma artificial gracias a las bajas temperaturas, nos está permitiendo trabajar en unas excelentes condiciones y con prácticamente todas las pistas abiertas", añade Xavier Nolla. La situación de la Masella se repite en la práctica totalidad de las estaciones de montaña, lo que choca con la grave situación vivida por culpa de la sequía fuera de esos enclaves del Pirineo. "La alerta por falta de agua para riego e incluso de boca puede generar una sensación entre la población de que tampoco hay nieve en las estaciones de esquí, lo que no se corresponde con la realidad", recalca Nolla.
Aunque, por las cifras de visitantes que acuden a los complejos del Pirineo, parece que la mayoría de los esquiadores ya ha descubierto que esa sequía no está afectando a este deporte. En un fin de semana sólo la Masella y La Molina reciben, entre las dos, más de 24.000 esquiadores. El tiempo, además, acompaña y esta temporada podría batir también otro récord como la que más días de esquí con sol ha tenido.
Port del Comte calcula que su cifra de esquiadores ha crecido un 30% este año respecto a la campaña anterior y asegura que todo este público ha sido atendido con la misma factura de agua y luz pagada la temporada pasada por la fabricación de nieve.
Port del Comte es otra de las estaciones que viven una dulce temporada en este invierno tan seco. El pasado fin de semana esquiaron 5.400 personas en este complejo, pero hubo otros 3.500 visitantes que hicieron paseos u otras actividades relacionadas con la nieve, como el descenso en trineos, como indica Alfons Ferrer, director de Port del Comte.En la Masella también se ha vendido, en el ecuador de la temporada, un 22% más de forfaits que los que se habían despachado en estas mismas fechas en la campaña del pasado año. Esto ha animado al turismo de montaña, cuyos establecimientos tienen una aceptable ocupación desde que se abrieron las estaciones, por lo que, si sigue esta tendencia y si la Semana Santa es tan buena como se prevé, podría hacer olvidar los malos resultados de la temporada pasada, en que apenas hubo nieve en las pistas pese a que se hablaba mucho menos de los efectos de la sequía.
